La
niña que en noviembre del 2009 trató de matar a su maestra dándole jugo
envenenado con la sustancia conocida como “plomerito” recibió este
miércoles una condena de tres años de prisión y el pago medio millón
de pesos de indemnización, a favor de la educadora Eddy Yovanny
Batista.
“Debí haberla matado, para que me metieran 30 años, como quiera me condenaron”, gritó varias veces la adolescente que no dio señal arrepentimiento por la acción criminal que había practicado contra su maestra, que solo corregía su mal comportamiento.
Al emitir la sentencia la magistrada Dulcinea Peña, presidenta de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia de Hato Mayor, dijo que existen los indicios de culpabilidad que comprometen a la imputada.
La adolescente purgará condena en un centro de albergue de menores de Santo Domingo, que no fue identificado.
Se recuerda que la estudiante, cuyo nombre omitimos por razones legales, estudiaba en la escuela “Juan Pablo Duarte” de Hato Mayor y habría dado a beber un jugo envenenado a la maestra, por lo que ésta tuvo que ser ingresada de urgencia en una clínica de San Pedro de Macorís.
La adolescente tiene 14 y se le aplicó la pena máxima para esa edad establecida en el Código del Menor.
Debido a la situación presentada, las clases en la escuela Juan Pablo Duarte fueron suspendidas momentáneamente, siendo reiniciada por la intervención del fiscal de la provincia, Manuel Emilio Santana.
Sheila Rodríguez, madre de la menor, pidió a las autoridades policiales y judiciales profundizar las investigaciones, para dar con el verdadero responsable del hecho.
Manifestó que se quiere ocultar el nombre del otro menor que participó en la acción repudiable, que no justificó.
“Sé como madre que este hecho me pone en una situación delicada y difícil, pero sólo quiero que se profundice en las investigaciones, porque mi hija pudo haber sido tomada como chivo expiatorio”, apuntó.
La profesora Eddy Yovanny Batista, se le tiene como recta y que vive sobre la corrección de los alumnos.
El hecho
La menor cometió el hecho porque supuestamente no quería que la maestra regresara de licencia porque se sentía con mayor libertad para salir del aula y estar en los pasillos del plantel.
Así lo reveló la propia educadora Eddy Yovanny Batista, quien dijo que hacía sólo ocho días que había regresado a la escuela cuando se produjo la acción, tras estar de licencia por quebrantos de salud.
Fue violada
La adolescente tenía tres meses que había sido abusada sexualmente, por lo que estaba recibiendo tratamiento psicológico.
Sheyla Rodríguez, madre de la menor, cree que este hecho afectó tanto a la niña, que varió su comportamiento.
“Debí haberla matado, para que me metieran 30 años, como quiera me condenaron”, gritó varias veces la adolescente que no dio señal arrepentimiento por la acción criminal que había practicado contra su maestra, que solo corregía su mal comportamiento.
Al emitir la sentencia la magistrada Dulcinea Peña, presidenta de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia de Hato Mayor, dijo que existen los indicios de culpabilidad que comprometen a la imputada.
La adolescente purgará condena en un centro de albergue de menores de Santo Domingo, que no fue identificado.
Se recuerda que la estudiante, cuyo nombre omitimos por razones legales, estudiaba en la escuela “Juan Pablo Duarte” de Hato Mayor y habría dado a beber un jugo envenenado a la maestra, por lo que ésta tuvo que ser ingresada de urgencia en una clínica de San Pedro de Macorís.
La adolescente tiene 14 y se le aplicó la pena máxima para esa edad establecida en el Código del Menor.
Debido a la situación presentada, las clases en la escuela Juan Pablo Duarte fueron suspendidas momentáneamente, siendo reiniciada por la intervención del fiscal de la provincia, Manuel Emilio Santana.
Sheila Rodríguez, madre de la menor, pidió a las autoridades policiales y judiciales profundizar las investigaciones, para dar con el verdadero responsable del hecho.
Manifestó que se quiere ocultar el nombre del otro menor que participó en la acción repudiable, que no justificó.
“Sé como madre que este hecho me pone en una situación delicada y difícil, pero sólo quiero que se profundice en las investigaciones, porque mi hija pudo haber sido tomada como chivo expiatorio”, apuntó.
La profesora Eddy Yovanny Batista, se le tiene como recta y que vive sobre la corrección de los alumnos.
El hecho
La menor cometió el hecho porque supuestamente no quería que la maestra regresara de licencia porque se sentía con mayor libertad para salir del aula y estar en los pasillos del plantel.
Así lo reveló la propia educadora Eddy Yovanny Batista, quien dijo que hacía sólo ocho días que había regresado a la escuela cuando se produjo la acción, tras estar de licencia por quebrantos de salud.
Fue violada
La adolescente tenía tres meses que había sido abusada sexualmente, por lo que estaba recibiendo tratamiento psicológico.
Sheyla Rodríguez, madre de la menor, cree que este hecho afectó tanto a la niña, que varió su comportamiento.