Después de 35 horas sin saber de su paradero y solo con la versión de que tres hombres que habían abordado el vehículo de concho para robarlo la secuestraron cuando ella lo tomó como pasajera, Isabel Emiliano Olivo llegó a la residencia de su madre débil y sollozando este domingo a las 7:30 de la mañana.
La multitud reunida en el patio de la vivienda no se pudo contener y respondieron también con llantos y dando gracias a Dios por el milagro.
Su madre, Victoria Olivo, no aguantó la emoción y se desmayó en los brazos de su hija, sin razonar en la situación emocional en la que ésta regresaba al hogar materno, de donde salió el pasado viernes a las 8:00 de la noche para tomar el vehículo de concho que la trasladaría a su residencia en donde vive con su esposo Pedro Mendoza Castillo y sus dos niñas, de 3 y dos años de edad.
Isabel, quien se encuentra embarazada de cuatro meses, no estaba en condiciones para dar detalles del peor momento de su vida. Sólo se animó a decir que dos de los tres hombres no pretendían llevársela, pero que el otro insistió y la raptaron, dejándola finalmente abandonada también en un solar baldío.
La joven, de 27 años de edad, no corrió la misma suerte del chofer del carro, solo identificado como Rigo, quien fue dejado abandonado el mismo viernes, atado, en la carretera Don Juan-Cevicos y quien fue auxiliado por una familia que vive cerca de esa avenida.