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miércoles, 11 de agosto de 2010

Vice rector docente de UASD dice a ese academia le faltan nueve mil maestros

Las precariedades con que se desarrolla el proceso de enseñanza en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) atentan contra la calidad de la formación que buscan miles de bachilleres de los estratos sociales más limitados económicamente.
La institución, que ha sido la cuna de las grandes luminarias dominicanas, enfrenta un déficit de nueve mil profesores, laboratorios desactualizados y con pocos equipos, así como aulas con el doble del estudiantado para su capacidad.
Como si esto fuera poco, mensualmente la academia recibe millones de pesos que son descontados a sus académicos por las constantes ausencias, amén de algunos que se ponen presentes y no imparten las clases.
Sin embargo, la institución estatal mantiene su prestigio y es considerada como una de las que mayor calidad ofrece a sus egresados.
Sus autoridades reconocen que una de las mayores demandas es el acondicionamiento y remodelación de los espacios físicos de las facultades.
Al respecto, el vicerrector docente, Iván Grullón, dijo que el Gobierno central tiene el compromiso de remodelar todas las áreas académicas de las diferentes facultades, como lo hizo con Ciencias Sociales y Económicas, proyecto que está inconcluso.
Dijo que en el semestre 2009-2 se quedaron 500 secciones de clases sin aulas, cifra que en el semestre anterior bajó a 300, las cuales se imparten en campo abierto.
La universidad del Estado carece de un estricto sistema de control de asistencia del personal docente, lo cual se limita a la tradicional hoja de asistencia que le firman a los denominados bedeles.
Son muchas las quejas que se oyen entre estudiantes en torno a que algunos profesores firman la asistencia y no llegan a las aulas, con lo que buscan evitar las sanciones que implican descuentos de sus salarios.

Estudiantes
En su mayoría, los estudiantes de la UASD reconocen que la formación que reciben pudiera ser mejor si contaran con laboratorios equipados y profesores que cumplan con las horas de clases asignadas. “En sentido general la educación que recibimos es buena, pero hay muchas deficiencias que si se cubrieran fuera mejor, como la falta de laboratorios y materiales”, manifestó el estudiante de cuarto semestre de Medicina, Fernando Casado.
Los estudiantes también se quejan de que los laboratorios están en decadencia, con los equipos dañados u obsoletos y falta de reactivos.
En el caso de los de Ingeniería y Arquitectura se está a la espera de que el Gobierno termine la construcción de un tecnológico que alojará 20 laboratorios, pero los trabajos llevan varios años paralizados.
“La calidad de la enseñanza no es muy buena porque ya los profesores no enseñan bien, y hay algunos que no están cumpliendo con su trabajo”, dijo el bachiller Rafael Montaño, quien cursa el quinto semestre de Medicina, al referirse a los casos de académicos “que no vienen a dar clase a la hora establecida, mueven la clase de hora, o no dan el horario completo”.
“Realmente las condiciones de los laboratorios no son muy buenas porque los profesores hacen lo que pueden con lo poco que se tiene”, señaló Casado al referirse a la falta de equipos que afectan las prácticas de laboratorios.
La venta compulsiva de libros de poca calidad intelectual se ha convertido en una queja generalizada entre el estudiantado, dándose el caso de académicos que han sido expulsados por esa práctica. Decanos entrevistados al respecto, admiten que en la UASD hay dificultades, pero no son cosas nuevas, y lo atribuyen al crecimiento de la academia.
El profesor Luis Carvajal entiende que pese a que la UASD está entrampada en la crisis general de la educación y del conocimiento, supera lo que ocurre en otras universidades.
En tanto que Iván Grullón entiende que las cosas pueden mejorar como parte de un proyecto que busca implementar la educación virtual, y para lo cual la UASD ha investido a decenas de profesores especialistas en “Entornos virtuales de aprendizaje”.
Las dificultades de aulas de la UASD, a juicio de Grullón, se resuelven con la construcción de un recinto universitario en la zona Oriental, donde residen más de 40 mil estudiantes que acuden diariamente a la sede central.

AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIVERSIDAD ESTATAL
En el informe de autoevaluación institucional que entregó la UASD al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), como parte de la evaluación quinquenal, asegura que el perfil de su egresado se corresponde con las necesidades sociales y el desarrollo del país.
Sin embargo, admite que se requiere reforzar y acompañar el desarrollo programático de las asignaturas impartidas por cada docente, a fin de lograr mayor eficiencia en el proceso de enseñanzaaprendizaje.
Señala que los recursos para la innovación en práctica docente son insuficientes y se requiere que las aulas y laboratorios sean reestructurados para el uso de las tecnologías de la información.
“El nivel de limpieza de las aulas, talleres, laboratorios y salas de estudio con que se cuenta no es percibido como satisfactorio”, dice, y agrega que la iluminación, pintura y ventilación de las aulas y laboratorios es considerado poco adecuado. El gran reto que tiene la Universidad estatal es optimizar la enseñanza.