ADRIANO SÁNCHEZ ROAEspecial para Parámetro Nacional
La profundidad y características de la crisis económica mundial han obligado al centro mundial capitalista a modificar algunos esquemas de la organización del sistema económico en que se fundamenta la reproducción capitalista ampliada.
Por eso, los países latinos estamos obligados a introducir en las modalidades de producción niveles de cooperación entre las clases sociales a fin de preservar la paz y la necesaria multiplicación de la riqueza en un proceso donde la clase más pudiente permita una distribución más equitativa de dicha riqueza.
He estudiado en el último año y medio el discurso y la acción del presidente Leonel Fernández que ciertamente ha ido caminando a la delantera de los cambios operados en América Latina. Bastaría revisar su posición en la FAO, en la Asamblea Nacional del 27 de febrero próximo pasado y recientemente en España.
Los casos de EDEESTE y REFIDOMSA representan los mejores y novedosos ejemplos, tal y como los explicó el presidente Fernández en el almuerzo con periodistas y directores de medios de comunicación en el Palacio Nacional.
Pero esta teoría del presidente dominicano ha estado acompañado de acciones que se corresponden con dicho discurso, como son la ampliación y precisión de programas sociales que ya superan el 25% de la población pobre; pero además, ha venido actuando teniendo por delante el interés del país sin ser marioneta de los poderes internacionales.
Vista la necesidad de los cambios, nadie en su sano juicio en este país debe resistirse a desempeñar su rol. La resistencia a la rueda de la historia conlleva a profundizar la pobreza y deteriorar los regímenes políticos actuales.
El mejor ejemplo de que algunos empresarios no entienden la obligada coyuntura actual, han sido las críticas al sector eléctrico y sus dudas de la alianza en proceso del Estado Dominicano con Venezuela, en el caso de La REFIDOMSA.
Porque el Estado Dominicano está obligado a introducir las medidas necesarias aún fuera del sistema económico en desarrollo para rescatar empresas que como EDEESTE, se quedó detrás de EDESUR y EDENORTE, exactamente por los intereses particulares del empresariado; y, en el caso de REFIDOMSA, Venezuela es más digna y mejor socio de lo que fue la SHELL.
Finalmente, nuestros empresarios, los partidos políticos de oposición, la clase trabajadora y los sectores religiosos deben unirse a los pasos certeros del presidente Fernández en el trayecto de adecuar nuestro régimen político económico al nuevo esquema a que induce el mundo dejado por la crisis económica.
La profundidad y características de la crisis económica mundial han obligado al centro mundial capitalista a modificar algunos esquemas de la organización del sistema económico en que se fundamenta la reproducción capitalista ampliada.
Por eso, los países latinos estamos obligados a introducir en las modalidades de producción niveles de cooperación entre las clases sociales a fin de preservar la paz y la necesaria multiplicación de la riqueza en un proceso donde la clase más pudiente permita una distribución más equitativa de dicha riqueza.
He estudiado en el último año y medio el discurso y la acción del presidente Leonel Fernández que ciertamente ha ido caminando a la delantera de los cambios operados en América Latina. Bastaría revisar su posición en la FAO, en la Asamblea Nacional del 27 de febrero próximo pasado y recientemente en España.
Los casos de EDEESTE y REFIDOMSA representan los mejores y novedosos ejemplos, tal y como los explicó el presidente Fernández en el almuerzo con periodistas y directores de medios de comunicación en el Palacio Nacional.
Pero esta teoría del presidente dominicano ha estado acompañado de acciones que se corresponden con dicho discurso, como son la ampliación y precisión de programas sociales que ya superan el 25% de la población pobre; pero además, ha venido actuando teniendo por delante el interés del país sin ser marioneta de los poderes internacionales.
Vista la necesidad de los cambios, nadie en su sano juicio en este país debe resistirse a desempeñar su rol. La resistencia a la rueda de la historia conlleva a profundizar la pobreza y deteriorar los regímenes políticos actuales.
El mejor ejemplo de que algunos empresarios no entienden la obligada coyuntura actual, han sido las críticas al sector eléctrico y sus dudas de la alianza en proceso del Estado Dominicano con Venezuela, en el caso de La REFIDOMSA.
Porque el Estado Dominicano está obligado a introducir las medidas necesarias aún fuera del sistema económico en desarrollo para rescatar empresas que como EDEESTE, se quedó detrás de EDESUR y EDENORTE, exactamente por los intereses particulares del empresariado; y, en el caso de REFIDOMSA, Venezuela es más digna y mejor socio de lo que fue la SHELL.
Finalmente, nuestros empresarios, los partidos políticos de oposición, la clase trabajadora y los sectores religiosos deben unirse a los pasos certeros del presidente Fernández en el trayecto de adecuar nuestro régimen político económico al nuevo esquema a que induce el mundo dejado por la crisis económica.
