El empresario José Luis Corripio Estrada, presidente del Grupo Corripio, fue reconocido anoche como "Hijo ilustre de la capital de Santo Domingo" por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, y recibió el Escudo Heráldico de la ciudad que le entregó el alcalde Roberto Salcedo. "Agradezco profundamente este homenaje, que recibo con alegría más por mi familia que por méritos propios", dijo Pepín Corripio al recibir el escudo.
La entrega de ambos galardones se realizó en una ceremonia que se celebró en el Palacio Consistorial del Ayuntamiento, ubicado en la calle El Conde y Arzobispo Meriño, de la ciudad colonial, por cuyo frente pasaba el empresario de origen español cuatro veces todos los días para ir al colegio de La Salle, donde realizó sus estudios primarios en los años cuarenta.
Este recuerdo fue narrado con nostalgia por el Pepín Corripio, tras expresar su orgullo de sentirse un hijo verdadero de la ciudad de Santo Domingo. "Entonces, la ciudad la caminábamos a pie en menos de media hora, algo que no pueden entender los jóvenes de hoy", recordó.
Al acto asistieron numerosas personalidades y empresarios, muchos de ellos de origen español y emparentados con la familia Corripio Estrada, así como la esposa del homenajeado Ana María Alonso, y sus hijos Manuel, José Alfredo, Lucía y Ana Corripio Alonso.
Tras la entrega del escudo, el síndico Salcedo definió al industrial y empresario de las comunicaciones como el "más importante capitán de empresas" en la República Dominicana, que ha hecho aportes significativos al desarrollo económico, social y político del país. Dijo que su nombre y el legado de su familia al progreso del país están grabados con letras de oro, y son un luminoso ejemplo para las generaciones presentes y futuras.
José Luis Corripio (Pepín) llegó al país en 1938, cuando apenas tenía cuatro años. Nació en Asturias, España, en 1934, del matrimonio de Manuel Corripio y Sara Estrada, que se habían establecido en Santo Domingo desde 1917. Aunque se destacó como buen comunicador en sus estudios y cursó tres años de Derecho en la Universidad de Santo Domingo, desde temprana edad el joven corripio mostró habilidades para los negocios.
A los 15 años probó su preparación empresarial cuando sus padres viajaron a España y él regenteó el negocio de la familia por una temporada breve pero exitosa. Más adelante demostraría con creces su visión empresarial y aptitudes para vislumbrar los cambios nacionales e internacionales, y las conveniencias o perjuicios que puedan derivarse de una transacción comercial.
Hoy Pepín Corripio en dueño de una verdadero imperio empresarial, que abarca desde establecimientos industriales, servicios de múltiples géneros, bancarios, distribución de toda clase de artículos y una importante cadena de medios de comunicación escritos y electrónicos. A través de la Fundación Corripio, patrocina cientos de eventos culturales, investigaciones, estudios, premiaciones culturales y libros sobre historia, sociología, política, literatura y tradiciones dominicanas.