El nuevo jefe de Estado de la Marina de Guerra, Vicealmirante Homero Luis Lajara Solá, advirtió hoy que la cárcel de Najayo, en San Cristóbal, espera a aquellos miembros de la institución que mancillen la honra y el honor, y pidió a los que no se ajusten a la realidad y sigan sin temor, para que no se expongan a sanciones drásticas a pedir su pensión, cancelación o baja.
Vaticinó que a partir de ahora se acabó la corrupción, el contubernio con delincuentes, el chantaje y el relajo, tras señalar que no tiene vacas sagradas ni culpables favoritos.
Indicó que el crimen organizado, los narcotraficantes, organizadores de viajes, y demás violadores de las leyes, no caben en la Marina de Guerra porque esa institución “no tiene cabida para lacras”.
“Aquí todo el mundo va asumir su responsabilidad, aquí todo el mundo va a trabajar, desde el almirante al más bajo grumete. Nosotros supervisaremos que así sea. Y el que no se ajuste a la realidad y siga sin temor a sanciones drásticas, mancillando nuestra honra y honor, que hoy pida su pensión, cancelación o baja, de lo contrario, Najayo lo espera. Lean bien el mensaje. Ya están advertidos”, adujo Lajara Solá.
Lajara Solá, habló en esos términos luego de ser posesionado en el cargo en sustitución del ex jefe de la Marina de Guerra, vicealmirante Julio Cesar Ventura Bayonet, por el secretario de Estado las Fuerzas Armadas, teniente general piloto, Pedro Rafael Peña Antonio, en un acto celebrado en la Base Naval 27 de Febrero.
Al acto asistieron, además, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, mayor general Carlos Rafael Altuna Tezanos, el jefe del Ejército Nacional, mayor general Joaquín Virgilio Pérez Feliz y el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Lajara solá manifestó que el pasado jefe de la Marina de Guerra, Julio Cesar Ventura Bayonet recibió una institución permeada por el narcotráfico, desmoralizada e indisciplinada, por la falta de responsabilidad y contubernio de gestiones anteriores, que traicionaron la confianza del presidente de la República.
Dijo que fue a la Marina de Guerra a construir, no a destruir, con la plena conciencia que su designación no constituye de ninguna manera una patente de corso para él, ni sus allegados y que por el contrario conformará una institución virtuosa y decente, que sea querida y respetada por todos.
Ventura Bayonet dice cumplió misión a cabalidad
De su lado, Ventura Bayonet dijo que cumplió a cabalidad la misión que le fue encomendada y que en algunos momentos tuvo que navegar en mares tormentosos, pero que supo cambiar el temporal y enfrentar ese objeto y salir a mares tranquilo, y sacar las lacras que tanto daño le hizo recientemente a la institución.
Exhortó a cada uno de los miembros de la Marina de Guerra a cuidar a capa y espada el honor de la institución y de ellos mismos, evitando que cualquier compañero suyo que sepa que no está cumpliendo a cabalidad con los lineamientos que le han emanado del alto mando, sepan enfrentarlo y de lo contrario informar a sus superiores inmediato.
“El daño que haga este sujeto con malas intenciones, le hace daño a ustedes, por eso quiero exhortarlo a que se mantengan vigilante por el buen nombre de nuestra Marina de Guerra, de profesión honorable”, destacó Ventura Bayonet al pronunciar su discurso de despedida.
Leonel destituye jefe, subjefe e inspector de la MDG
El Presidente Leonel Fernández designó mediante el decreto 153-09 al vicealmirante Homero Luis Lajara Solá, Jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, en sustitución del vicealmirante Julio César Ventura Bayonet.
En ese mismo decreto el jefe del Estado designó a Ventura Bayonet sub secretario de Estado Mayor de Las Fuerzas Armadas, en sustitución del Vicealmirante Lajara Solá.
También se designa a Luis Lee Ballester, como sub jefe de Estado Mayor de la Marina, en sustitución del contralmirante Juan Soto de la Rosa.
En tanto que el contralmirante Roger Tomás Mora Jiménez queda designado inspector de la Marina, en sustitución del contralmirante Aquilino María Melo.
En el artículo cinco del referido decreto, el contralmirante Francisco Antonio Sosa Castillo fue designado comandante de la Base Naval 27 de Febrero, en sustitución del contraalmirante Nicolás Cabrera Arias.