El Poder Ejecutivo creó 37 nuevas áreas protegidas para garantizar la conservación del patrimonio natural y cultural de la nación dominicana, la estabilidad de su sistema ecológico, la protección de las cuencas hidrográficas, la producción de agua, la prevención de desastres naturales y moderación del cambio climático.
La presentación formal se hará en el marco de la apertura formal del parque Aniana Vargas, la unidad que más riquezas naturales y originales aporta al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas de la República Dominicana y será presidida por el presidente Leonel Fernández.
El decreto 571-09 creó varios parques y monumentos naturales, reservas biológicas y científicas, santuarios marinos, refugios de vida silvestre, como partes integrantes del patrimonio natural de los dominicanos.
“Es indispensable crear, organizar mecanismos que protejan la vida silvestre de la flora y fauna del país, así como desarrollar programas educativos, normales e informales, que tiendan al reconocimiento, conservación y uso apropiado del patrimonio natural”, señala el decreto.
La medida de Fernández Reyna establece una zona de amortiguamiento o de uso sostenible de 300 metros alrededor de todas las unidades de conservación que ostentan las categorías genéricas de la Unión Mundial para la Naturaleza; dispone la realización de un inventario nacional de varios humedales, y crea una franja de protección de 250 metros alrededor del vaso de todas las presas del país.
Entre las nuevas áreas protegidas se encuentran la Reserva Científica La Salcedoa, ubicada en el firme de la Loma El Peñón del Nuevo Mundo, Reserva Científica Dicayagua, una muestra muy singular de cactáceas epifitas sobre especies arbóreas ribereñas, Reserva Biológica Sierra Prieta Reserva Biológica Loma Charco Azul una muestra representativas del bosque seco y del bosque transicional de las laderas septentrionales de la Sierra de y Parque Nacional La Española para conservar el inmenso patrimonio cultural del Sitio Histórico La Isabela.
También, el parque nacional Saltos de la Jalda, en el municipio de Miches; el parque nacional El Conde en la Presa de Valdesia y su entorno; parque nacional La Gran Sabana, en la inmensa llanura del Valle de Neiba; Parque Nacional Anacaona en el oriente de la Sierra de Neiba y los cortes; el parque nacional Luis en la loma La Tachuela y su entorno oriental y el Parque Nacional Aniana Vargas, en el pie de monte de la Sierra de Yamasá y los linderos meridionales de la gran llanura del Valle del Cibao Oriental.
Además, el parque nacional Ámina, que abarca las montañas de pequeña elevación que discurren paralelas al valle del Cibao Occidental o el pie de monte de la Cordillera Central; el parque nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó para conservar la única porción de la Cordillera Central que toca el Mar Caribe y el parque nacional Baiguate, con el propósito de conservar las inmensas alfombras de pinos y los hermosos bosques de galería (mixtos y latifoliados) que se conjugan en el curso medio de este río
Otras áreas protegidas creadas son el parque nacional Punta Espada en el litoral oriental de la isla, donde culmina la gran Llanura Costera Oriental del Caribe; el monumento nacional Salto de Jimenoa, en Jarabacoa; monumento natural Saltos de Jima, el Monumento Natural El Saltadero, en Cabrera; en monumento natural Salto de Socoa, en Monte Plata; el monumento natural Saltos de la Tinaja en la Cordillera Septentrional y el Monumento Natural Las Marías de la Sierra de Neiba y contiguos a la carretera Galván – Neiba.
También el monumento Natural Laguna Gri-Grí; el Monumento Natural Manantiales Las Barías; Monumento Natural Salto Grande; Monumento Natural La Ceiba; Monumento Natural Punta Bayahíbe.
El decreto dispone además la preservación de los Santuario Marino Arrecifes del Sureste; Santuario Marino Arrecifes del Suroeste y de los Refugio de Vida Silvestre Laguna Mallén; Refugio de Vida Silvestre Gran Estero, así como del Área Nacional de Recreo Boca de Nigua.