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jueves, 10 de junio de 2010

Lo acusados de asesinar al coronel José Amado González González buscan obtener su libertad bajo fianza

Los presuntos sicarios acusados de la muerte del coronel José Amado González, el empresario Rubén Soto Hayet y Omar Lantigua, supuesto socio del fugitivo José Figueroa Agosto, buscan obtener su libertad mediante el conocimiento de un recurso de apelación.
Los imputados Gian Enrique Rojas Matos y Ricardo Pérez Mateo, interpusieron un recurso de apelación por ante el juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, que le impuso un año de prisión preventiva.
Los recursos fueron presentados por separados por los doctores Pedro Duarte Canaán, Freddy Castillo e Isidro de Jesús Almirante, quienes piden a la sala Penal de la Corte de Apelación que resulte apoderado, variar la medida de coerción dictada en contra de su defendido y en consecuencia otorgarle una garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica.
Los imputados a través de sus abogados alegan que no representan peligro de fuga y que tienen presupuesto que puede justificar su puesta en libertad, tras señalar que son inocente de los hechos que se le imputan.
La magistrada Awilda Reyes Beltré envió por un año al recinto carcelario a Rojas Matos y Pérez Mateo, tras acoger un pedimento presentado en ese sentido  por la fiscal adjunta, Cándida Ramos, coordinadora del Departamento de Crímenes y Delitos Contra la Persona de la Fiscalía del Distrito Nacional, por entender que existe peligro de fuga,  hasta tanto el ministerio público concluya con las pesquisas.
Crímenes
Rojas Matos y Pérez Mateo están acusados del asesinato de González González, el 24 de diciembre pasado; Omar Lantigua, el 31 de enero; y Soto Hayet, el 14 de mayo.
A los dos imputados les ocuparon en su poder los guantes que usaron en los asesinatos para evitar huellas en las armas que alegadamente utilizaron.
La Fiscalía basó su pedimento de prisión preventiva en virtud de que durante un experticio se pudo determinar que salieron y entraron llamadas de los celulares de los imputados en los alrededores donde ocurrieron los asesinatos, tanto en la repostería La Francesa, en el parqueo de Carrefour, como en la avenida Anacaona.