El informe de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo arroja que algunos dominicanos
perciben a los inmigrantes haitianos como conflictivos y los vinculan
con hechos delictivos.
Al analizar el tema de la inmigración haitiana dentro de la cohesión
social, el informe resalta que las percepciones se dividen en dos
bloques: de aceptación y de rechazo.
La investigación destaca
que las percepciones de rechazo “están cargadas de prejuicios que
señalan a los nacionales haitianos como ignorantes, vinculados a la
delincuencia, y abusivos contra la población dominicana”.
El
estudio dice que en ocasiones también se observa que algunos
dominicanos les tienen miedo a los haitianos y otros tienen dificultad
para comunicarse con ellos.
Dentro de las percepciones de
rechazo a la población haitiana, el estudio, realizado a petición del
Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, resalta que algunos
dominicanos consideran que se debe detener la inmigración haitiana y
erradicar las mujeres pedigüeñas de las calles. También creen que la
migración aumenta el desempleo y la pobreza.
“A mí los
haitianos no me gustan, son bellacos, lo que yo oigo de ellos es que
son guapos, que pelean; por todo lo que he oído no les tengo
confianza”, dice uno de los ciudadanos entrevistados, cuya cita sirve
de ejemplo del rechazo a la inmigración de los ciudadanos del vecino
país, sustentado en la desconfianza.
Otros entienden que la
migración haitiana es un negocio lucrativo de una red de traficantes de
personas. “Aquí hay gente que está haciéndose millonario trayendo
haitianos a Santiago”.
Percepción de aceptación en población
El informe también resalta las percepciones de aceptación que tiene otro grupo de dominicanos sobre la población haitiana.
Algunos
reconocen el derecho del haitiano de vivir en el país y el rol que
cumplen, pues piensan que son muy trabajadores y que eso trae
beneficios a la economía. Otros consideran que la migración haitiana es
igual que la de los dominicanos a Estados Unidos, y que debe existir
igualdad de derechos entre ambos.
Algunos también entienden que
la pobreza obliga a los ciudadanos del vecino país a abandonar su
tierra y que se debe ofrecer apoyo a los haitianos que lo necesiten. El
informe destaca que aún las personas que se oponen a la inmigración
haitiana reconocen el trabajo “forzado” que desarrollan los haitianos.