El pastor evangélico Juan Sánchez, quien murió a causa de meningococcemia luego de regresar de Haití, prácticamente se brindó para ir a esa misión y oró para que su esposa lo acompañara a realizar la labor de ayuda, acciones que le caracterizaban desde el 1976 cuando entró a la iglesia y siguió con más ahínco tras ser ordenado pastor hace 30 años.
En Haití, de acuerdo a su esposa, Francia Cedano, se convirtió en líder de un grupo de 13 que le acompañaba y salió sintiéndose ya muy enfermo luego de concluir la obra que habían iniciado: la construcción de un local para albergar a 70 niños huérfanos que estaban bajo el cuidado de la iglesia evangélica, cuya edificación había colapsado.
Tenía 62 años y seis hijos procreados en 36 años de matrimonio. Explicó que desde que la iglesia anunció que la Oficina Nacional enviaría un furgón con comida y otras ayudas a Haití, su cónyuge dijo de inmediato que él no se quedaría a pesar de que ella le decía que dejara que lo invitaran.
“Él dijo yo voy, a pesar de que yo le dije, la que sabía que no iba era yo, pero se fue a las oficinas nacionales, hizo todos sus contactos para ir, reunió muchas ayudas, y empezó a orar para que yo lo acompañara y así fue. Decidí ir porque sabía que era muy delicado para comer, y allá me dedicaba a cocinar para el grupo”, narra.
Recordó que salieron a las 12 de la noche del jueves integrando un grupo de 13 personas de diferentes iglesias, pero del mismo Concilio Iglesia de Dios de la Profecía. Dijo todos eran cristianos y sabían albañilería.
Cuenta que su esposo empezó a sentirse mal desde el martes, con vómitos, poco apetito y malestar general, teniendo incluso que llevarlo a un hospital en Haití, pero regresaron al país el jueves en la noche, luego de concluir la construcción.
En República Dominicana, señaló, fue llevado inicialmente al centro médico Integral I, desde allí posteriormente fue referido al Centro Médico UCE, donde falleció.
Al referirse a su labor en la iglesia, explicó que primero fue líder de los jóvenes en La Romana, donde vivían, y que en el 1980 cuando tuvo el llamado al pastorado dejó las tiendas que tenían, para ejercer su labor en diferentes puntos del país, sumando 18 iglesias las organizadas y pastoreadas por ellos. Actualmente era pastor de la Iglesia de Villa Faro, en el sector de Savica.
Cedeño dijo que ella, su familia y las personas que andaban en la misión han sido medicadas por la Secretaría de Salud Pública. Señaló que no está preocupada por desarrollar la enfermedad porque está preparada para el encuentro con Dios, que su único dolor sería que sus hijos perderían otro ser querido.
