El doctor Carlos Gabriel García,
Vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano y Diputado
Nacional electo, consideró que el pasado proceso electoral dejó como
enseñanza que el voto preferencial debe ser eliminado por la profunda
división que esta provocando su implementación en el sistema de
partidos políticos. Manifestó que el modelo de voto preferencial
utilizado en el país convierte los partidos en un campo de batalla
donde los miembros de una misma organización se enfrentan de manera
despiadada para conquistar un mismo espacio electoral.
“ La dirección media y de base de nuestros
partidos políticos, que son la base de sustentación por excelencia de
sus relaciones con la sociedad se encuentra totalmente dividida
porque la implementación del voto preferencial para alcanzar una
posición electiva ha deteriorado el compañerismo y las relaciones
personales que antes prevalecía entre los miembros de un mismo partido,
para convertirlos en verdaderos enemigos.“ precisó.
Recordó que los dirigentes de un mismo partido se
enfrentan en dos oportunidades del proceso electoral porque primero lo
hacen en las convenciones que legitiman sus candidaturas dentro de su
partido y luego en las elecciones congresuales y municipales donde
profundizan sus diferencias personales y políticas.
Indicó que el liderazgo político nacional debe
aprovechar el proyecto de Ley de partidos políticos que cursa en el
Congreso Nacional para incorporar a su texto que la escogencia de los
candidatos y el número de preferencia le sea asignado por la cantidad
de votos obtenidos en primarias abiertas, supervisadas y controladas
por la Junta Central Electoral.
“ Debemos volver a las listas bloqueadas, pero
diseñadas por el voto popular en una convención abierta, democrática y
competitiva como seria el mecanismo que estamos proponiendo para la
asignación de los números ganables en una provincia o circunscripción
electoral.“ Destacó García
Explicó que el voto preferencial fue un recurso
para terminar con el autoritarismo de las cúpulas partidarias que
asignaban candidaturas sin tener en cuenta los meritos de sus
dirigentes, pero que lamentablemente ha resultado peor el remedio que
la enfermedad.
Indicó que un testimonio vivo de la forma que el
voto preferencial esta deteriorando la convivencia civilizada entre los
miembros de un mismo partido lo encontramos en el hecho de que la
mayoría de los expedientes que conoce actualmente la Cámara Contenciosa
de la Junta Central Electoral están relacionados con diputaciones
reclamadas por peledeistas o perredeístas que se consideran afectados
por los delegados de sus propios partidos.