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miércoles, 15 de abril de 2009

Comisión de Etica del Senado da una última oportunidad al senador Alejandro Williams, escucha a periodistas acosadas y amenazadas

El senador Alejandro Williams tendrá una última oportunidad de acudir a la Comisión de Ética del Senado, hoy a las 10 de la mañana, según informó ayer el presidente de esa comisión Wilton Guerrero, tras escuchar a las periodistas que denuncian agresión de parte del legislador por San Pedro de Macorís.
“Yo pienso que sí lo hubo, es evidente que han sido acosadas y amenazadas”, dijo Guerrero tras una reunión, de una hora, con Margarita Cordero, directora del periódico digital 7dias.com; Normam Sheppear, de Radio Mil, y la abogada Laura Acosta, en representación de esas comunicadoras y de María Isabel Soldevilla, jefa de Redacción del LISTÍN DIARIO.
Guerrero dijo estar satisfecho con las explicaciones dadas por las periodistas, con las que la Comisión de Ética podrá hacer un juicio objetivo de las circunstancias.
Dijo que en una reunión que tendrán hoy los senadores de la referida comisión evaluarán la ausencia de Willimas en la convocatoria hecha para el día de ayer y coordinarán la invitación que le harán para mañana jueves.
Indicó que “para no ser juzgado sin ser escuchado”, el senador será invitado de nuevo y será la “última oportunidad”, para luego hacer las recomendaciones de las sanciones a tomar en el pleno del Senado.
El representante de la provincia Peravia no quiso adelantar cuáles sanciones aplicarían los congresistas y dijo desconocer sobre el rumor de que Williams renunciaría a su curul.
Indicó que los miembros de la Comisión de Ética están interesados como cualquier ciudadano en que se proteja el libre ejercicio de la libertad de prensa y que se adopten sanciones ejemplarizadoras.
Las agraviadasMargarita Cordero y Normam Sheppear dijeron estar satisfechas por el procedimiento de la Comisión de Ética y reiteraron que elevarán un recurso de amparo para proteger las fuentes periodísticas.
Asimismo, confiaron en que el Congreso actuará en contra de las acciones de Williams quien, según dijeron, las amenazó e intimidó enviándoles a sus casas y lugares de trabajo empleados y hombres contratados, haciéndose pasar por investigadores del Medicaid de Estados Unidos, para conocer las fuentes de dónde habían obtenido las informaciones en torno a la presunta investigación que el referido organismo norteamericano había supuestamente iniciado contra Williams.