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martes, 16 de junio de 2009

Bascom Palmer y Centro Láser practican gratuitamente novedosa operación a bebé dominicano sin cuenca ni globo ocular


Los doctores Antonina Paniagua, Jadla Haché y David Tse junto al menor intervenido y parte del personal quirúrgico de la Fundación Centro Láser, en Santo Domingo.

Diagrama que muestra el implante denominado expansor de membrana orbital, el cual fue colocado a un menor dominicano de ocho meses para corregir la asimetría facial provocada por la ausencia de la cuenca y el ojo derechos.


Un bebé dominicano de ocho meses se convirtió en uno de los primeros en el mundo en recibir un novedoso implante intraorbitario para tratar una malformación conocida como saco anoftálmico congénito y evitar así la asimetría facial provocada por la ausencia de la cuenca y el ojo derechos.
La intervención fue realizada gratis en Santo Domingo por un equipo de especialistas encabezado por el oftalmólogo David Tse, director de oculoplástica, cirugía orbital y servicios oncológicos del Bascom Palmer Eye Institute, de Miami, Estados Unidos; la cirujana oculoplástica Antonina Paniagua y la anestesióloga Jadla Haché, ambas de la Fundación Centro Láser.
El menor, hijo de una familia de escasos recursos de la provincia de San Cristóbal, se benefició de un novedoso y muy efectivo procedimiento que incluye la colocación de un “expansor de membrana orbital” desarrollado por el doctor Tse para corregir la asimetría facial que no eliminaban las técnicas utilizadas anteriormente.
El “orbital tissue expander” de Tse fue aprobado en noviembre del año pasado por la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos. El implante es anclado a la órbita ocular e inflado con fluido cada tres o cuatro meses, para estimular el crecimiento de dicha cuenca, previniendo la necesidad de múltiples cirugías de reemplazo asociadas con las antiguas intervenciones.
“A causa de que el ojo tiene un efecto estimulador en la órbita ocular”, explicó Tse, “los huesos que lo rodean no crecen en los niños sin un ojo o con uno muy pequeño. Los bebés con esta condición tienen una cuenca ocular que crece y otra que no, permitiendo la asimetría facial”.
El reto para los cirujanos, continuó el científico del Bascom Palmer, era encontrar una vía costo-efectiva y menos traumática para estimular el crecimiento óseo en esos menores. El expansor de Tse contribuye a obtener dramáticos resultados en el crecimiento simétrico del hueso orbital.
Tse entrenó personalmente a la doctora Paniagua para que ella quien realice los implantes a los pacientes dominicanos con saco anoftálmico congénito. La cirujana oculoplástica de Centro Láser informó el procedimiento está ya a disposición de quienes lo requieran.

Apariencia normal
El trabajo para que el menor dominicano crezca con una apariencia normal, se verá completado por la colocación de una prótesis que prepara la ocularista dominicana Rossy Pascual, de Centro Láser.
La Fundación Centro Láser, institución de vanguardia en la oftalmología dominicana, es dirigida por el neuroftalmólogo y filántropo Juan Francisco Batlle. Cuenta con una plantilla de 14 especialistas que figuran entre los mejores del país y el resto de América Latina.
Panigua resaltó la generosidad de Tse, quien donó sus servicios profesionales, al igual que la del personal de Centro Láser, entidad que también facilitó el quirófano, el instrumental y los insumos necesarios. Agregó que una organización estadounidense sin fines de lucro donó el implante, cuyo costo es de unos cuatro mil dólares.
La cirujana oculoplástica destacó que el menor está entre los primeros 20 en el mundo en ser atendido mediante esta nueva técnica, la cual ha sido utilizada exitosamente en Estados Unidos y el Medio Oriente.
“La operación que realizamos al bebé de San Cristóbal duró alrededor de una hora y fue un éxito rotundo. Aceptó muy bien el implante, se evidenció un aumento de volumen inmediatamente después de la cirugía. El niño tenía un ojito muy bien formado y con los párpados abiertos; y el otro pequeñito, con los párpados pequeños y vacío: el hueso de la órbita derecha se veía plano”, informó Paniagua.
Agregó que el saco anoftálmico congénito es una malformación que ocurre sin causa aparente, aunque en algunos casos se relaciona con el matrimonio entre parientes cercanos.