Ducloná fue trasladado de la cárcel de Najayo, San Cristóbal, al Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA), donde fue entregado a oficiales de la Policía Francesa, quienes les colocaron grilletes en pies y manos para evitar cualquier acción agresiva del imputado, también con varios casos de homicidio y secuestro pendientes en Haití. Operaba en Cité Soleil, una barrio pobre de Puerto Príncipe.
La extradición de Ducloná a Francia fue ordenada por la Suprema Corte de Justicia (SCJ), atendiendo un recursos interpuesto por la Procuraduría General de la República, a partir de la solicitud de extradición encaminada por la Fiscalía de París por el sospechoso supuestamente haber asesinado en 2004 al cónsul honorario de Francia en Cabo Haitiano, Claude Bernard. El vuelo despegó a las 9:30 de la noche.La decisión fue adoptada por los jueces Hugo Álvarez, quien preside el tribunal, Julio Ibarra Ríos, Víctor José Castellanos y Dulce Rodríguez de Goris, quienes entendieron que existían las condiciones para acoger el requerimiento hecho en tal sentido.
El extraditado tenía como representante legal al abogado Ramón Agramonte, quien trató de persuadir a las autoridades para lograr el rechazo de la solicitud.
La SCJ acogió como bueno y válido el requerimiento hecho por Francia, el cual fue motivado por el Ministerio Público, representado por la magistrado Gisela Cueto,. responsable del Departamento de Extradiciones. El propio presidente haitiano, René Preval, quien personalmente entregó a las autoridades dominicanas pruebas que avalan los crímenes imputados a Ducloná.
Se trata de un individuo que era jefe de una banda involucrada en varios crímenes, entre ellos secuestros, asaltos, robos y asesinatos, entre ellos el de un oficial canadiense adscrito a la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah). Fue capturado por la DNCD el 8 de septiembre en La Romana, recordó en un comunicado de prensa el portavoz de la agencia, Roberto Lebrón.
Ducloná negaba en todo momento ser la persona reclamada por Francia, haciéndose llamar Julicoeur Berthone, pero el presidente Preval entregó al procurador Radhamés Jiménez Peña, el despacho del mandatario en Puerto Príncipe, las pruebas que avalando que se trataba del citado individuo. El extraditado fue mantenido varias semanas en la cárcel preventiva de la DNCD y desde allí fue llevado a Najayo.