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martes, 5 de enero de 2010

Sepultaron esta tarde en cementerio Cristo Redentor al homorista y músico Luisito Martí, había fallecido el domingo en Cedimat



A las siete con 40 minutos de la noche del pasado domingo 3 del mes y año en curso terminó el último acto de la obra cumbre, la vida del músico, actor, libretista y comediante Luisito Martí.

Un cáncer de estómago lo llevó a trasladarse hacia los Estados Unidos donde fue sometido a intensos tratamientos de quimioterapias que lo mantuvieron en delicado estado de salud desde el pasado año hasta el día de su sentido fallecimiento, en una sala del Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada (CEDIMAT) de la Plaza de la Salud.
Hizo reír al mundo a través de sus variados y pintorescos personajes cómicos, presentados en la televisión y el cine, como el “hombre de la mala suerte”, Casimiro Valdez, el simpático y pícaro ancianito, Don Efraín, el sabio Chino Bichán y “el tigre que se las sabes todas” Orodoto Balbuena, entre otros.
Pero ayer, en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, esas risas hicieron un “corte”, como se hace en el cine para indicar una pausa, ya que todo allí era llanto y dolor, en sus familiares, cantantes, músicos, humoristas, amigos cercanos y diferentes representantes de la sociedad dominicana.
Entre estos, estaba en horas de la tarde de ayer el cantante Anthony Ríos quien estuvo con él desde sus inicios en El Combo Show de Johnny Ventura y se apoyó en una frase bíblica para expresar “de Luis qué decirte, yo no tengo nada que abundar, si por sus hechos lo conoceréis, de Luis no hay que decir nada. Luis es un paradigma de superación. Nació de lo que aquí podemos llamarle el ‘gheto’, el barrio desbaratado, Simonico, en Villa Duarte, ni siquiera pasó de la secundaria, sin embargo le dio cátedras de muchas cosas a profesionales. Guardando las distancias y el tiempo, yo pongo a Martí como era el profesor Bosch, por ejemplo, que no pisó una universidad nunca como alumno, sin embargo supo ser profesor”.
En torno a las supuestas diferencias personales entre ellos, Ríos sostiene, con buen humor, “había, pero son las diarias, porque él era muy feo y narizón y yo buenmoso, y Luisito trató de ponerme serio y yo trataba de que fuera vagabundo como yo”.
El productor de radio y televisión Jochy Santos externó que “definitivamente Luisito es un ejemplo clásico de lo que es la superación dentro del medio artístico, porque de ser un músico de orquesta, como lo fue por tantos años con la orquesta de Johnny Ventura, luego tuvo su propio proyecto, pero después se enmarcó en los asuntos del humor, porque él lo tenía, y a ser uno de los más exitosos productores de espectáculos de humor, de comedia. Siempre fue un gran respetuoso del público, una persona que no se valió nunca de una mala palabra, de una vulgaridad, de un chiste de doble sentido para hacer reir. El hizo un humor inteligente y creo que todos los que estamos dentro del ambiente del humor, debemos resaltar esa parte”.
En el orden personal, Jochi expresó que Luisito tenía interés en que viera que estaba aprendiendo guitarra, que era uno de los últimos oficios “fuimos a mi casa, oímos música, teníamos una relación muy bonita”.
Sixto Buttén, quien en las comedias de los programas de Martí era bien llamado Menordomo, también estuvo entre los grandes amigos que asistieron a decirle un adiós al creador de Casimiro y Babuena, entre otros.
“Fue un hombre trabajador, un hombre que dedicó su trabajo a llevar alegria este pueblo. Ojalá que los que están haciendo televisión la hagan como la hacia Luisito Martí, yo nunca vi en un programa de Luisito poniendo homosexuales, ni dirigiéndose en ese tema, o sea era fino, con calidad”, dijo Buttén.
Sostuvo, en el orden personal, que de su esposa y los hijos de Martí “no me puedo quejar, me dieron un trato magnífico durante seis años que estuve en la televisión, y nunca que fui a la casa de Luisito Martí, a la hora que fuera, me cerraron la puerta. Yo iba a las 8:00, a las 9:00, a las 6:00 de la mañana, y él tenía en su propia casa un cuarto de estudio. Tú ibas y los encontraba trabajando, no era un hombre de andar en la calle. Para hacer televisión hay que dedicarse, aquí hay muchos que quieren hacer televisión y a las 4:00 de la mañana están en la calle bebiéndose un pote de ron para el otro día ir a trabajar”.

Carta de agradecimiento
La familia Martí (Marte-Rivera) agradece por medio de una carta pública, al país. “En nombre de nuestra familia, agradecemos a todos quienes nos han acompañado en nuestro dolor por tan irreparable pérdida y extendemos nuestros más profundos y sinceros agradecimientos a la sociedad dominicana por las manifestaciones de cariño y las oraciones durante su enfermedad para que Dios le devolviera la salud.
Agradecemos también al presidente Fernández por el mensaje que nos hizo llegar a través de sus condolencias, exhortándonos a ‘seguir el ejemplo de ese gran dominicano, que demostró entereza aún en los últimos momentos de su vida. Nos dio alegría todo el tiempo, nos mostró la diversidad de su talento en múltiples personajes que trascenderán más allá de su presencia física”.

Familia Martí (Marte-Rivera)