LONDRES.- Las pastillas, el chicle y los inhaladores de nicotina destinados a las personas que quieren dejar de fumar pueden contribuir al desarrollo del cáncer oral, según una investigación médica británica.
Los científicos han detectado una relación entre el cáncer oral y la exposición a la nicotina, lo que significa que el recurso a terapias de sustitución de los cigarrillos a base de nicotina durante mucho tiempo podría elevar el riesgo de desarrollar esa enfermedad.
Expertos del colegio Queen Mary, de la Universidad de Londres, dirigidos por Muy-Teck Teh, han descubierto que la nicotina administrada a niveles habituales en ese tipo de productos puede agravar los efectos de una mutación genética muy habitual en ese tipo de cáncer.
Se cree que la nicotina, la substancia contenida en el tabaco y que provoca la adicción, puede ser más carcinógena de lo que se creía anteriormente.
"Aunque reconocemos la importancia de animar a la gente para que deje de fumar, nuestras investigaciones indican que la nicotina presente en las pastillas y el chicle puede aumentar el riesgo de desarrollar el cáncer en la región bucal", afirma el doctor Teh.
"Claro está que fumar es mucho más peligroso, pero las personas que utilizan productos de sustitución a base de nicotina deberían consultar al médico de cabecera si están preocupados. Lo importante es no abusar de esos productos y cumplir los consejos del envase", agrega el especialista.
Teh y su equipo han investigado el papel de un gen llamado FOXMI en el cáncer oral, según explican en la publicación especializada "Public Library of Science One".
Una mutación que intensifica la actividad de ese gen se encuentra en muchos tumores y está también presente en las células precancerosas de la boca, según descubrieron los expertos de esa universidad británica.
"Si una persona tiene ya una lesión bucal con niveles elevados del gen FOXMI y se expone la misma a la nicotina, puede aumentar el riesgo de que degenere en cáncer", afirma Teh.
"Ni el nivel elevado de FOXMI ni la nicotina por sí solos son capaces de desencadenar un proceso canceroso, pero si se dan juntos, ése puede ser el efecto", explica el científico.
"El problema -agrega- es que los fumadores son personas que corren ya un riesgo de cáncer oral, y puede ocurrir que algunos de ellos sufran ya lesiones bucales sin saberlo".