El prelado entiende que la utilización de estos fondos es un peligro muy grande porque podrían ser malgastados, usando el refrán “lo que nada nos cuesta, hagámosle fiesta”, “lo que se adquiere con facilidad, así mismo con facilidad se destruye”.
“Ya nosotros hemos tenido descalabros en otros campos y en otras situaciones que nos debe poner en guardia, y por eso hay que ser muy exigente, claro, muy preciso y muy austero en todo lo que significa el manejo de fondos ajenos, como los de pensiones,” afirmó el sacerdote.
Monseñor Camilo precisó que en esas decenas de miles de millones de pesos en los fondos de pensiones está el trabajo de tanta gente y el sufrimiento de tantas personas, y que con la utilización se pueden ver afectados por una mala administración.
En torno al aumento de manera proporcional de los precios de los combustibles anunciado por el presidente Leonel Fernández, el obispo de esta diócesis dijo que la medida provocará un encarecimiento de la vida y una mayor dificultad para adquirir productos de primera necesidad, por lo que perjudica a la mayoría del pueblo dominicano.
Reordenamiento
Sin embargo, monseñor Camilo entiende que hay que hacer un reordenamiento del gasto público, “gastar en salud, gastar en educación, en las cosas que son más perentorias del país; y a otros renglones que son superfluos darles un corte, como los sueldos exorbitantes de funcionarios del gobierno”.
Camilo afirmó que con este aumento de los combustibles la producción agrícola se vería afectada, al igual que todo el empresariado dominicano, pero principalmente los más pobres del país, la salud y la educación de los dominicanos.
El obispo de esta Diócesis dijo que si a lo antes mencionado se le suman la falta de empleo o medios para sostener a sus familias, pues hace que la vida se torne más dura para el pueblo dominicano, porque se dificultaría adquirir libros, la comida y todo el esparcimiento también.
