El vocero nacional del Movimiento Popular Dominicano (MPD), profesor Higinio Báez Ureña, aseguró que los jefes de la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el vocero policial con la denuncia de que se fragua un atentado contra sus vidas buscan mantenerse en la posición después del 16 de agosto.
En una nota expresa que con la denuncia de que grupos involucrados en el caso de José David Figueroa Agosto atentarían contra las familias de los jefes de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Rolando Rosado Mateo y el vocero policial, coronel Nelson Rosario se está enviando el mensaje que para garantizar la seguridad habría que mantenerlos en la posición.
El dirigente del MPD manifestó que se supone que el Estado posee unas instancias de fuerzas coercitivas para imponer el orden, el cual entiende la organización no es más que el orden de la propiedad y del despojo, que ya sea por domesticación o por ingenuidad, la población confía o teme, porque disponen de las armas y efectivos para someter, disuadir, amedrentar, o escarmentar.
Destaca que en un emblemático, surrealista y de ficción todo puede pasar, y que lo único imposible es lo imposible, al tiempo de preguntarse de que ¿quién debiera asombrarse de que un sapo devore la serpiente, que el niño muerda al perro, o el mosquito infectado por la sangre del hombre provoque un dengue hemorrágico en el Aedes aegypti?.
El profesor Báez Ureña manifestó que se habla de 35,000 efectivos, además de toda la logística, capacidades técnicas, experiencia acumulada, colaboración extra institucional para hacer frente a situaciones como la denunciada.
Sostiene que la larga cadena de atropellos, vejaciones, torturas, asaltos, complicidades, fechorías, de fusilamientos, hace de cuerpos como la Policía Nacional y la DNCD referentes temibles. Sin desconocer que por estas y otras razones en muchos casos realizan también tareas de prevención del delito.
“Cuando los jefes de estas instituciones dicen públicamente que temen por sus vidas y la vida de sus familias, incluso cuando han sacado del país a sus seres queridos, uno se encoje de impotencia y piensa qué subvaluados están los incontables especialismos y reconocimientos que en alardes de broches y medallas penden del pecho de esas principalías”, precisó el vocero del MPD.
El profesor Báez Ureña dijo que con todo el poder que ostentan, incluso con muchos menos, uno esperaría una arenga de orgullo, un desafío, una conminación, una amenaza.
Expresó que lo menos que pudieran decir es que no le temen a los grandes capos, lo perseguirán hasta destruirlos, que sus amenazas no les amedrentan y pondrán siempre en alto el orgullo de sus instituciones, y que la sociedad puede contar con un escudo protector.
Sostiene que están acostumbrados a ordenar sin correr riesgo que parecen temblar ante la eventualidad de algún remoto peligro.
El vocero del MPD se preguntó que si esos”jefes” ordenan a diario que los oficiales de menor rango, y los simples alistados, se la jueguen, ¿por qué no exigirles que alguna vez, al menos, expresen su decisión de jugársela ellos?.
Manifestó que de lo contrario, esos incumbentes no se sentirían seguros sin importar la magnitud de sus escoltas.