El jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, corta hoy la manga de la camisa al cancelado sargento mayor Obispo Contreras Familia, acusado junto al cabo Silverio Sandro Familia Paniagua, de robarle 37 mil euros a un comerciante haitiano.
La Policía dispuso hoy la cancelación deshonrosa de un sargento mayor y un cabo que el pasado jueves despojaron a un comerciante haitiano de 37 mil euros, dos pasaportes y lo dejaron abandonado en Andrés, Boca Chica.
Con esa medida, el jefe Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, cumple su advertencia de que será implacable contra los policías corruptos.
Informó que con esas cancelaciones se eleva a nueve el número de agentes separados deshonrosamente en formaciones generales de la Policía.
En esta ocasión, la formación general fue realizada en el Campamento Juan Pablo Duarte.
Guzmán Fermín dispuso, además, el envío a la justicia ordinaria del sargento mayor Obispo Contreras Familia y el cabo Silverio Sandro Familia Paniagua.
Dijo esperar que los dos agentes reciban la pena máxima como escarmiento “por haber manchado con el lodo de sus acciones el uniforme de una institución que por más de 70 años ha tenido la misión de combatir la delincuencia y mantener la paz y la tranquilidad de un país”.
Sostuvo que en cada ocasión en que se compruebe la participación de agentes policiales en actos reñidos con la ley, se convocará a formación general para que sirva de escarmiento frente a sus hermanos de arma.
La cancelación y envío a la justicia ordinaria de los referidos alistados está contenida en la orden oficial número 2006-12.
Explicó que el ex sargento mayor Contreras Familia y el cabo Familia Paniagua son señalados como las personas que el pasado jueves detuvieron al comerciante haitiano Silver Tupá, de 37 años, en la avenida Mella, del sector San Carlos, en la Capital, y tras golpearlo y amordazarlo lo despojaron de 37 mil euros y dos pasaportes.
Agregó que los dos agentes dejaron al extranjero abandonado en la calle Country Club, del barrio La Altagracia, en Andrés, Boca Chica, donde fue auxiliado por residentes en la zona que avisaron del caso a la Policía de allí.
El mayor general Guzmán Fermín reiteró su advertencia de que el arresto y cancelación de los dos agentes representa una señal clara de que ningún caso quedará impune y que no permitirá actos de corrupción dentro de las filas policiales.
