Un ingeniero fue asesinado en su apartamento ubicado en uno de dos edificios de su propiedad, en el sector Los Ríos, por dos individuos a quienes la víctima había contratado para reparar un problema de filtración en su residencia.
De acuerdo a Demetrio Ramírez, procurador fiscal adjunto de Distrito, Juan Alfredo Gil Díaz, de 36 años de edad, recibió de sus agresores varias puñaladas en diversas partes del cuerpo que le causaron la muerte, luego de ser amordazado y amarrado de pies y manos. Ramírez informó que el móvil del asesinato fue para robarle.
La Policía tiene detenido a Alberto de Jesús López (Willi), de 23 años, quien fue atrapado por una multitud del sector al salir del edifico, y una segunda persona es buscada activamente por la uniformada.
Agentes de la Policía encontraron una pistola de las denominadas chilenas que supuestamente se le cayó al prófugo, cuando era perseguido por ellos.
El fiscal dijo que Gil Díaz había salido a un gimnasio y que dejó en su apartamento a dos personas para controlar una filtración en el edificio Catalina II, de la calle San José, en el sector Los Ríos.
“Al parecer ellos se combinaron para robarle... a la empleada la amordazaron y la encerraron en un closet pero logró salir y avisar sobre lo que estaba ocurriendo”, sostuvo Ramírez.
La abogada Rosa Contreras, quien reside frente al lugar donde se cometió el crimen y además tenía a su cargo el alquiler de los apartamentos de la víctima, dijo que Gil Díaz contrataba habitualmente a sus dos verdugos.
Contreras sostuvo que se trataba del primer día de trabajo de los asesinos y negó que la víctima les adeudara dinero como comentaban algunos de las decenas de curioso que esperaban frente al lugar del crimen en espera de que la policía retirara el cadáver.
El fiscal dijo que el asesinato ocurrió pasadas las 12 del medio día y que la persona que se encuentra prófuga logró escapar, luego de tirarse por un balcón de la quinta planta, auxiliándose de un toldo que arrancó del apartamento de la víctima, y cayó sobre el techo de un garaje.
La víctima no tenía hijos y su familia reside en Santiago. Era propietario, además del Catalina II, del edifico Catalina I.
Decenas de curiosos desafiaban las lluvias en espera de que las autoridades bajaran el cadáver, el cual fue retirado a las 6:40 de la tarde.
Los inquilinos de los apartamento propiedad del joven ingeniero asesinado pidieron justicia por el crimen tras calificar a la víctima como una persona tranquila y amable. http://www.listindiario.com.do/