Las insistentes lluvias no impidieron que miles de fieles de la Iglesia Católica participaran en la multitudinaria caminata contra el aborto que se inició en la plaza Fray Antón de Montesinos, en el Malecón, hasta el Centro de los Héroes, donde el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez proclamó que sólo Dios es dueño de la vida y nadie puede atentar contra ella.
Con esas palabras el arzobispo de Santo Domingo reiteró el rechazo de la Iglesia ante la posibilidad de que el Congreso Nacional legisle en favor de la despenalización del aborto en el Código Penal.
López Rodríguez manifestó que a pesar de la buena voluntad de muchos legisladores no se puede cejar en esta lucha a favor de la vida. Dijo que le han informado que hay grupos minoritarios que abogan por el aborto y que no piensan ceder en sus propósitos, porque deben justificar los cuantiosos recursos que sus patrocinadores impúdicamente les proporcionan para convertirlos en sus corifeos y en sus agentes locales.