Dos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que visitaron el país durante una semana dieron a conocer ayer un informe en el que afirman que en la sociedad dominicana existe “una actitud racista profundamente arraigada contra grupos de población como los haitianos, los descendientes de haitianos y, más generalmente, la población de raza negra”.
El informe elaborado por los relatores Doudou Diéne y Gay McDougall señala, sin embargo, que el racismo es casi invisible en algunos segmentos de la sociedad, en particular entre las élites”.
“Aunque no existen leyes claramente discriminatorias a primera vista, sí se interpretan y aplican determinadas leyes de forma claramente discriminatorias, en particular las que guardan relación con la inmigración, el estado civil y de adquisición de la nacionalidad por parte de personas de ascendencia haitiana nacidas en la República Dominicana,” afirman los relatores de la ONU.
Señala el informe que los expertos “se toparon con opiniones y percepciones encontradas por parte de las autoridades y las comunidades afectadas y los representantes de organizaciones no gubernamentales” sobre la situación del racismo y discriminación existente en la República Dominicana. Agrega que “la cuestión que más preocupa a los inmigrantes haitianos y a los descendientes de haitianos es la documentación”.
Un resumen del informe rendido por los dos relatores de la ONU fue divulgado durante una rueda de prensa y distribuido en un documento de tres páginas.
McDougall afirma en el documento que “cuando la gente del gobierno habla de ‘haitianos’ (las comillas están en el documento original), lo hace como si se tratara de un grupo monolítico y todos hubieran cruzado ilegalmente la frontera hace dos días, algo que, a todas luces no es cierto”.
ConversaciónEl documento explica que McDougall y Diéne “conversaron con muchas personas que les explicaron los problemas con que se enfrentan los negros dominicanos y dominicanos de ascendencia haitiana y fueron testigos de que los negros, por lo general, viven en peores condiciones, desempeñan trabajos manuales con salarios bajos y son objeto de prejuicios significativos”.
“Se mencionaron dichos y frases hechas chocantes como que ‘el negro es comida de puerco’, que es ignorante y sucio y muchos hablaron del racismo que experimentan en la vida cotidiana, inclusive por parte de los agentes de las oficialías, en los transportes públicos y en otros lugares”, detalla el informe.
Los relatores “propugnan que se lleve a cabo un debate amplio e integrador sobre los problemas de racismo que se plantean en el país, y en particular sobre los que afectan a los dominicanos de piel más oscura, a los haitianos y a los dominicanos de ascendencia haitiana, con miras a restablecer la confianza, tanto entre las comunidades, como dentro de ellas y convencerlas de que no existe una política encaminada a discriminar y excluir a dichos grupos”.
Explica el documento que los relatores “visitaron la frontera en torno a Dajabón, donde viven haitianos de condiciones varias y escucharon el temor en que viven los haitianos por su vulnerable condición y por la explotación extrema de su trabajo en un sistema donde pueden abusar de ellos o negar arbitrariamente sus derechos agentes de rango inferior de la policía o del ejército que tienen poder, instrucciones limitadas y no responden de sus actos ante nadie”.
El documento atribuye a Diéne haber dicho que “es necesaria una estrategia cultural y ética para desarraigar las profundas raíces de la discriminación. La educación es un componente clave de un proyecto a mediano y largo plazos, y los medios de comunicación también tienen una importante responsabilidad”.
Asimismo, McDougall dijo, de acuerdo con el documento, que “según el derecho internacional, aún los que no son nacionales tienen derechos que deben respetar, proteger y aplicar todos los Estados, así como debe garantizarse la debida diligencia, de conformidad con el derecho interno”.
Afirma el documento que “los haitianos han aportado una importante contribución al desarrollo de la República Dominicana y a su economía, en sectores cada vez más variados”.