Cuando bajó del escenario, con su paso lento y acompasado, como su música, Johnny Pacheco afirmó que había esperado 25 años este Casandra y que por suerte ahora le entregan uno en oro blanco.
Pacheco hizo un llamado para que el pueblo dominicano tenga la garantía de vivir sin violencia ni delincuencia.
Reveló que su tarea más urgente no es componer ni interpretar música caribeña sino escribir un libro que resuma su experiencia y paso por la vida. Hizo un llamado para que la juventud se dedique a dimensiones tan positivas como el arte a fin de alejarse de las tentaciones de una sociedad cargada de vicios y valores negativos.
Sobre el merengue de calle, que acaba de entrar a los premios Casandra, dijo que es una buena corriente en tanto es original y congratuló a Omega por su premio.
Hablando para los medios de prensa al final del ceremonial 25 de los Premios Casandra, Pacheco sostuvo que la música anima a los pueblos en sus momentos más difíciles.
En el escenario, al recibir el premio, dijo que recibía contentísimo el Soberano y que este premio lo atesorará con cariño y respeto por su país. Indicó que la música caribeña está bien debido al surgimiento de una generación de relevo que está demostrando talento.
El maestro Pacheco afirmó que le debe ser músico a su padre, que a los nueve años le puso una sinfonía para tratar de que le gustara la música. “Todos mis otros hermanos eran sordos a la música” dijo refiriéndose a su sector de Los Pepines, en Santiago. El homenajeado por los Premios Casandra recibió la gran estatuilla en oro blanco que representa la Soberana Casandra Damirón de parte del ingeniero Rafael Menicucci y la presidenta de Acroarte, Marivell Contreras.
Extremos y curiosidades de la XXV premiación
Fue una de las ceremonias más cortas de toda la historia: 2 horas y 9 minutos.
Raymond Pozo y Karina Pasián se lucieron como pareja cómica. El libreto que desarrollaron y el trabalenguas del final fueron de lo mejor que tuvo esta entrega.
El representante de Anthony Santos, luego de tantos problemas, hastió a la gente con un discurso que fue recibido con burlas al captar que no hablaba con coherencia. Tuvo que ser casi halado hacia fuera del escenario.
Los más breves: Franklin Romero, José Luis Reyes, Iván García y Sonia Silvestre.
Las más impactadas por la emoción: Cristal Marie y Luz García.
En el guión se marcó el inicio de la campaña de Sergio Vargas a la sindicatura de Villa Altagracia.
La sorpresa más agradable: el triunfo de Aisha Syed como artista destacada en el extranjero.
Mucha gente se sorprendió que ganara sobre dos pilares de la música como Michael Camilo y José Antonio Molina.
Estos se alegraron cuando la vieron subir a escenario. La prodigiosa violinista de Santiago tiene una labor menos conocida en el país pero en la que ha tenido que evidenciar talento y capacidad de entrega y aprendizaje.
El premio más previsible: el de Omega, seleccionado por teléfono por el público, con más del 70 % de las llamadas que se hicieron.
La “puya” más ríspida a los jurados: la de Peña Suazo cuando recibió el Casandra por Arreglista del Año: “Me alegra recibir esto después de haber arreglado 300 canciones”.
Los presentadores de premios extranjeros más destacados: Daddy Yankee, Paloma San Basilio. Aprovechó para pasar el anuncio de su próximo concierto en el país, traída por César Suárez.
El bache más destacado, cuando anunciaron que venían a entregar premios Aisha Syed y Sergio Vargas y no salieron. Debieron meter anuncios.
El invitado internacional más desabrido: Cristian Castro.
El invitado internacional más expresivo: David Bisbal.
El ganador más contento: Angel Muñiz.
Otro detalle gracioso: el tono “americaniao” de karina Pasian para llamar a la premiada Jatnna Tavárez.
Otro buen momento de justicia: el Casandra al mérito a Rhina Ramírez.
El discurso de agradecimiento más sarcástico e inteligente: el de Angel Muñiz al decir que en el país la ficción ha superado lo que dice en la película “Ladrones a Domicilio”.
La canción más hermosa del espectáculo: “Abre camino”, con texto de Adita Selman y arreglos de Manuel Tejada y Tes-a-T, e interpretada por los cantantes cristianos que dieron un palo con es pieza.
Mucha gente lloró y no pocos consideraron que tenía tal belleza que debió abrir o cerrar el premio.
Mediante la resolución 24/09, el Ayuntamiento del Distrito Nacional declaró como Huéspedes Distinguidos de la ciudad de Santo Domingo a los artistas internacionales Paloma San Basilio, Cristian Castro y Daddy Yankee y dio lectura a la resolución 132/2003 que declaró en el año 2003 al artista David Bisbal como Huesped Distinguido de la ciudad de Santo Domingo. El acto se llevó a cabo en la Sala Magna del Palacio Cosistorial y fue encabezado por el Síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo.
La entrega 25 de los Premios Casandra se constituyó en el mayor y más emotivo homenaje a la música de fe cristiana que arrancó emociones, lágrimas y vítores de un público que quedó impactado por la calidad del tema “Abre camino” y el talento de un grupo representativo de esa corriente de fe.
Pacheco hizo un llamado para que el pueblo dominicano tenga la garantía de vivir sin violencia ni delincuencia.
Reveló que su tarea más urgente no es componer ni interpretar música caribeña sino escribir un libro que resuma su experiencia y paso por la vida. Hizo un llamado para que la juventud se dedique a dimensiones tan positivas como el arte a fin de alejarse de las tentaciones de una sociedad cargada de vicios y valores negativos.
Sobre el merengue de calle, que acaba de entrar a los premios Casandra, dijo que es una buena corriente en tanto es original y congratuló a Omega por su premio.
Hablando para los medios de prensa al final del ceremonial 25 de los Premios Casandra, Pacheco sostuvo que la música anima a los pueblos en sus momentos más difíciles.
En el escenario, al recibir el premio, dijo que recibía contentísimo el Soberano y que este premio lo atesorará con cariño y respeto por su país. Indicó que la música caribeña está bien debido al surgimiento de una generación de relevo que está demostrando talento.
El maestro Pacheco afirmó que le debe ser músico a su padre, que a los nueve años le puso una sinfonía para tratar de que le gustara la música. “Todos mis otros hermanos eran sordos a la música” dijo refiriéndose a su sector de Los Pepines, en Santiago. El homenajeado por los Premios Casandra recibió la gran estatuilla en oro blanco que representa la Soberana Casandra Damirón de parte del ingeniero Rafael Menicucci y la presidenta de Acroarte, Marivell Contreras.
Extremos y curiosidades de la XXV premiación
Fue una de las ceremonias más cortas de toda la historia: 2 horas y 9 minutos.
Raymond Pozo y Karina Pasián se lucieron como pareja cómica. El libreto que desarrollaron y el trabalenguas del final fueron de lo mejor que tuvo esta entrega.
El representante de Anthony Santos, luego de tantos problemas, hastió a la gente con un discurso que fue recibido con burlas al captar que no hablaba con coherencia. Tuvo que ser casi halado hacia fuera del escenario.
Los más breves: Franklin Romero, José Luis Reyes, Iván García y Sonia Silvestre.
Las más impactadas por la emoción: Cristal Marie y Luz García.
En el guión se marcó el inicio de la campaña de Sergio Vargas a la sindicatura de Villa Altagracia.
La sorpresa más agradable: el triunfo de Aisha Syed como artista destacada en el extranjero.
Mucha gente se sorprendió que ganara sobre dos pilares de la música como Michael Camilo y José Antonio Molina.
Estos se alegraron cuando la vieron subir a escenario. La prodigiosa violinista de Santiago tiene una labor menos conocida en el país pero en la que ha tenido que evidenciar talento y capacidad de entrega y aprendizaje.
El premio más previsible: el de Omega, seleccionado por teléfono por el público, con más del 70 % de las llamadas que se hicieron.
La “puya” más ríspida a los jurados: la de Peña Suazo cuando recibió el Casandra por Arreglista del Año: “Me alegra recibir esto después de haber arreglado 300 canciones”.
Los presentadores de premios extranjeros más destacados: Daddy Yankee, Paloma San Basilio. Aprovechó para pasar el anuncio de su próximo concierto en el país, traída por César Suárez.
El bache más destacado, cuando anunciaron que venían a entregar premios Aisha Syed y Sergio Vargas y no salieron. Debieron meter anuncios.
El invitado internacional más desabrido: Cristian Castro.
El invitado internacional más expresivo: David Bisbal.
El ganador más contento: Angel Muñiz.
Otro detalle gracioso: el tono “americaniao” de karina Pasian para llamar a la premiada Jatnna Tavárez.
Otro buen momento de justicia: el Casandra al mérito a Rhina Ramírez.
El discurso de agradecimiento más sarcástico e inteligente: el de Angel Muñiz al decir que en el país la ficción ha superado lo que dice en la película “Ladrones a Domicilio”.
La canción más hermosa del espectáculo: “Abre camino”, con texto de Adita Selman y arreglos de Manuel Tejada y Tes-a-T, e interpretada por los cantantes cristianos que dieron un palo con es pieza.
Mucha gente lloró y no pocos consideraron que tenía tal belleza que debió abrir o cerrar el premio.
Huéspedes Distinguidos
Mediante la resolución 24/09, el Ayuntamiento del Distrito Nacional declaró como Huéspedes Distinguidos de la ciudad de Santo Domingo a los artistas internacionales Paloma San Basilio, Cristian Castro y Daddy Yankee y dio lectura a la resolución 132/2003 que declaró en el año 2003 al artista David Bisbal como Huesped Distinguido de la ciudad de Santo Domingo. El acto se llevó a cabo en la Sala Magna del Palacio Cosistorial y fue encabezado por el Síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo.
Musica Cristiana
La entrega 25 de los Premios Casandra se constituyó en el mayor y más emotivo homenaje a la música de fe cristiana que arrancó emociones, lágrimas y vítores de un público que quedó impactado por la calidad del tema “Abre camino” y el talento de un grupo representativo de esa corriente de fe.
Mucha gente que no conocía de las alturas profesionales que ha alcanzado la música cristiana, quedó sorprendida cuando la canción tomó cuerpo y se desplegaban las voces de Beh-Hur Berroa, Jocelyn Arias, Angelito Villalona, Isabel Valdez, Tony Fox, Nairoby Duarte, Alfareros, Redimi2 y 95 norte (católicos y evangélicos actuando unidos).
El arreglo de Manuel Tejada proporcionó la plataforma perfecta para el lucimiento de estas voces entonadas hacia la propagación del Evangelio. Muchos de los cantantes eran perfectos desconocidos para el público secular (el no involucrado en la fe cristiana) hasta anoche cuando se produjo este gran lanzamiento en el marco del Premio Casandra.
Entre intérpretes más destacados figuraron Isabel Valdez, dotada de una potentísima voz en contraste con su figura esbelta; Ben-Hur Berroa, que estuvo recientemente en la película Cristiano de la Secreta, exhibió una voz extraordinaria de la cual tiene manejo indudable sobre todo en sus tonos más agudos; Jocelyn Arias, mostró fuerza en su interpelación, mientras que Nairoby Duarte, otro talento desconocido de la música cristiana, provocó la emoción de la platea con su timbre y color de voz.
Entre los católicos, se lució el liderazgo indiscutido de Alfareros (considerado como el ministerio más avanzado técnicamente con una sólida hoja de servicios y primer ganador del primero de los Casandras en el renglón que premia la Música Cristiana Contemporánea y 95 Norte, una agrupación con una estructuración fundamentada en la calidad musical y en una disciplina que no está atenta a premiaciones y que se ocupa de trabajar todo el tiempo, Los cantantes “capella” de Tes-a-T (que anoche interpretaron apoyados en instrumentos) volvieron a ratificar su consistencia.
Entre los cantantes populares avenidos al mundo cristiano estuvieron Angelito Villalona y Tony Fox hicieron un significativo aporte a este segmento musical, del cual se estará hablando por mucho tiempo.
El segmento fue producido en consonancia con el tema de la fe y permitió al país descubrir el talento creativo de una Aidita Selman que la gente desconocía en su capacidad de compositora.
El musical, por su calidad e impacto, pudo haber servicio para cerrar o abrir la ceremonia, dado el sentido escrupulosamente profesional y el amor con que fue producido.
El segmento fue producido en consonancia con el tema de la fe y permitió al país descubrir el talento creativo de una Aidita Selman que la gente desconocía en su capacidad de compositora.
El musical, por su calidad e impacto, pudo haber servicio para cerrar o abrir la ceremonia, dado el sentido escrupulosamente profesional y el amor con que fue producido.