DAJABÓN.- República Dominicana anunció hoy que dotará de documentos temporales de identificación a miles de indocumentados haitianos que trabajan diariamente en las provincias del país que hacen frontera con Haití.
El director general de Migración, Carlos Amarante Baret, dio a conocer la decisión en la fronteriza provincia de Dajabón, tras reunirse con agricultores, comerciantes, empresarios, líderes comunitarios, activistas de los derechos humanos y defensores de los inmigrantes haitianos.
Amarante Baret manifestó que unas 150 haitianas que diariamente cruzan a territorio dominicano a realizar trabajos domésticos en casas y negocios serán dotadas de una autorización especial de Migración y que lo mismo se hará con los miles de inmigrantes del vecino país que trabajan en la zafra agrícola, la ganadería y la construcción.
El funcionario dijo que serán beneficiados con la medida los jóvenes y niños haitianos que estudian en centros educativos técnicos de Dajabón y otros pueblos de la frontera.
El funcionario consideró que los haitianos tienen que comprender que si no tienen documentos o una autorización de las autoridades migratorias dominicanas no podrán ingresar a territorio dominicano.
"Por eso hemos aceptado el planteamiento de diferentes sectores de la zona fronteriza para que se doten de carnés a las trabajadoras y trabajadores de origen haitiano, porque el desorden que existe en la frontera hay que ponerle freno", indicó.
También pidió a la población actuar con reciprocidad a la flexibilidad de las autoridades y colaborar con el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), y aseguró que el mismo ha venido a establecer el orden en la frontera.
Para Amarante Baret, si el Cesfront fracasa por falta de apoyo de la ciudadanía, la frontera dominico-haitiana se convertiría en tierra de nadie "y eso hay que evitarlo".
Aseguró también que la frontera entre República Dominicana y Haití ha servido para el tráfico ilegal de ciudadanos cubanos.
Mientras, el director del Cesfront, general Adriano Silverio Rodríguez, dijo que en los pocos días que lleva el organismo al frente de la seguridad de la frontera se han logrado muchas cosas, pero que la labor no ha sido fácil, porque hay muchos intereses de por medio que hay que comenzar a enfrentar.
Señaló que muchos de los miembros del Cesfront han sido agredidos física y verbalmente y que tiene informes de que hay sectores que están alentado la violencia entre los inmigrantes, para que las fuerzas de seguridad fronteriza actúen y entonces decir que se están violando los derechos humanos en contra de los haitianos indocumentados.
De su lado, el sacerdote jesuita Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza en Dajabón, sostuvo que fue el primero en saludar la llegada del Cesfront, porque ha sido testigo de la corrupción que mantenían los militares en la franja fronteriza.
No obstante, denunció que muchos de los soldados fronterizos están cometiendo atropellos en contra de inmigrantes haitianos y dominicanos.
Martínez denunció que miembros del Ejército han sido detectados cobrando dinero a inmigrantes haitianos en presencia de militares del Cesfront para dejarlos cruzar al país.
El director general de Migración, Carlos Amarante Baret, dio a conocer la decisión en la fronteriza provincia de Dajabón, tras reunirse con agricultores, comerciantes, empresarios, líderes comunitarios, activistas de los derechos humanos y defensores de los inmigrantes haitianos.
Amarante Baret manifestó que unas 150 haitianas que diariamente cruzan a territorio dominicano a realizar trabajos domésticos en casas y negocios serán dotadas de una autorización especial de Migración y que lo mismo se hará con los miles de inmigrantes del vecino país que trabajan en la zafra agrícola, la ganadería y la construcción.
El funcionario dijo que serán beneficiados con la medida los jóvenes y niños haitianos que estudian en centros educativos técnicos de Dajabón y otros pueblos de la frontera.
El funcionario consideró que los haitianos tienen que comprender que si no tienen documentos o una autorización de las autoridades migratorias dominicanas no podrán ingresar a territorio dominicano.
"Por eso hemos aceptado el planteamiento de diferentes sectores de la zona fronteriza para que se doten de carnés a las trabajadoras y trabajadores de origen haitiano, porque el desorden que existe en la frontera hay que ponerle freno", indicó.
También pidió a la población actuar con reciprocidad a la flexibilidad de las autoridades y colaborar con el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront), y aseguró que el mismo ha venido a establecer el orden en la frontera.
Para Amarante Baret, si el Cesfront fracasa por falta de apoyo de la ciudadanía, la frontera dominico-haitiana se convertiría en tierra de nadie "y eso hay que evitarlo".
Aseguró también que la frontera entre República Dominicana y Haití ha servido para el tráfico ilegal de ciudadanos cubanos.
Mientras, el director del Cesfront, general Adriano Silverio Rodríguez, dijo que en los pocos días que lleva el organismo al frente de la seguridad de la frontera se han logrado muchas cosas, pero que la labor no ha sido fácil, porque hay muchos intereses de por medio que hay que comenzar a enfrentar.
Señaló que muchos de los miembros del Cesfront han sido agredidos física y verbalmente y que tiene informes de que hay sectores que están alentado la violencia entre los inmigrantes, para que las fuerzas de seguridad fronteriza actúen y entonces decir que se están violando los derechos humanos en contra de los haitianos indocumentados.
De su lado, el sacerdote jesuita Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza en Dajabón, sostuvo que fue el primero en saludar la llegada del Cesfront, porque ha sido testigo de la corrupción que mantenían los militares en la franja fronteriza.
No obstante, denunció que muchos de los soldados fronterizos están cometiendo atropellos en contra de inmigrantes haitianos y dominicanos.
Martínez denunció que miembros del Ejército han sido detectados cobrando dinero a inmigrantes haitianos en presencia de militares del Cesfront para dejarlos cruzar al país.
