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sábado, 14 de marzo de 2009

Jefe de la Marina dice apresan banda organizadores de viajes trató de sobornar a miembro con RD$300 mil y una yipeta




El jefe de la Marina de Guerra informó que miembros de una supuesta banda que se dedicaba al tráfico de dominicanos y cubanos a Puerto Rico trató de sobornar a un marinero a quien le ofreció 300 mil pesos y una yipeta del año a cambio de que los dejaran realizar sus operaciones delictivas.


El vicealmirante Homero Lajara Solá explicó que tres de los cabecillas de la banda, entre los que se encuentra un cubano, fueron apresados y serán sometidos a la justicia.
Según el organismo, los apresados son el cubano Raynaldo Vásquez Padrón y los criollos Augusto Montero Montero y Esteban Pérez.
Junto a éstos también fueron apresados otras ocho personas que trataban de salir en un embarcación hacia Puerto Rico por Cabo Engaño, provincia La Altagracia.
La Marina presentó cuatro vehículos, entre ellos la yipeta que le sería entregada al marinero, también una escopeta, dinero en dólares y en peso, una laptop, radios de comunicación, teléfonos celulares, y una balanza para pesar drogas.
Lajara Solá dijo que el marinero será ascendido y recocido, pero que su nombre no será divulgado para evitar represalia en su contra.
“Estamos comenzando el proceso para limpiar la institución, yo no sabía que los resultados iban a ser tan rápido, las lacras son las pequeñas minorías. Yo diría que el 99.9 de los miembros de la institución son honrados”, dijo Lajara Solá al momento de anunciar la acción del marino por no dejarse sobornar.
Dijo que los organizadores del viaje le había adelantado 20 mil pesos al marino, los que él aceptó como prueba del delito para poder denunciarlos ante sus superiores.
Explicó que dos días antes había hecho un recorrido por toda la zona Este del país, donde les había exhortado a los miembros del organismo que no se dejaran sobornar y que cualquier necesidad debían comunicársela a sus superiores, porque tenían la misión de recuperar el buen nombre de la Marina.
“Cuando el marino vino a mí me dijo: comandante, cuando me ofrecieron el dinero pensé en lo que usted me dijo antes de ayer, de que las necesidades los superiores se encargaría de suplírnosla, entonces, yo no me dejé sobornar”, relató.
Sostuvo que en el puesto de Cabo Engaño sólo hay dos marinos, por lo que si ese se dejaba sobornar les sería muy fácil a los organizadores realizar sus operaciones.