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viernes, 13 de marzo de 2009

Una estrella para la jueza Elka Reyes


POR LILLIAN FONDEUR

Seis meses bailoteando en el Ministerio Publico, fiscales van y fiscales vienen, todas las sospechas del mundo recayendo en las extrañas cosas que a su alrededor pasaban, más de 200 días esperando a alguien que tomara una decisión que valiera la pena, y hoy el caso de Vianco Martínez ha obtenido su primer gran triunfo.


Apareció la jueza Elka Reyes en el proceso como una bendición y puso en su lugar al Ministerio Público. Según los despachos de prensa, la jueza revocó el dictamen de la Fiscalía que enviaba Vianco Martínez a un Juzgado de Paz a ponerse de mojiganga, conociendo su caso como una “riña” y ordenó a la Fiscalía que realice las investigaciones que, extrañamente, en seis meses se ha negado a realizar.


Ya sabemos que con su perseverancia Vianco venció todos los plazos y se impuso a todos los laberintos del nuevo Código Procesal Penal. Sabemos que con un batallón de amigas y de amigos que nunca lo dejamos solo en sus peregrinaciones judiciales logró mantener abierto el proceso judicial contra sus agresores. Sabemos que por su manera de actuar y de pensar no descansará hasta llegar al final de sus reclamos.


Como ya se ha dicho, Vianco se ganó el premio a la perseverancia. Nunca desmayó, y así, luchando contra la corriente logró que los insignificantes que lo atropellaron dieran la cara al país para que los tratara con el desprecio que se ganaron aquella noche con su acción decadente y fueran a las últimas citaciones que se le hicieron.


Las autoridades –sobre todo las de Ministerio Público- no se han dado cuenta que en sus narices hay una sublevación de periodistas motivada por el atropello contra Vianco Martínez, ni tampoco se han enterado de que hay un hombre honrado que ha sido agredido físicamente y ultrajado moralmente, que no va a cesar en su lucha hasta que no logre una reparación de la justicia, una reparación a la que, como ciudadano, tiene derecho.


Vianco es un ejemplo para sus amigas y amigos, para sus colegas y para aquellos que creen en la dignidad del periodismo y que consideran que el ejercicio profesional no puede estar sujeto a la decisión de unos ignorantes, como Rafael Emilio Vargas y Josué Vargas, los espalderos de Saymon Díaz que lo agredieron aquella noche.


Desde que esto empezó he pensado que la lucha de Vianco contra sus agresores es una metáfora de una sociedad sedienta de justicia.


Ojala no me equivoque, pero si algún valor le veo a la postura decente y legalista de la jueza Elka Reyes frente al caso Vianco es, precisamente, que ha interpretado esa sed de justicia que fue a su despacho, en la persona de un periodista, el pasado jueves en la mañana.


No se que pasará en lo adelante con el reclamo de justicia de Vianco Martínez y sus amigos, pero creo que ya la jueza Elka Reyes ha pasado a la historia con una decisión que puso en su lugar al Ministerio Público, una instancia que, según el mismo Vianco, ha hecho un “papelazo” en estos seis meses de espera infructuosa.


Desde aquí le mando una estrella. Se la ganó con una decisión que ha hecho historia y que nunca será olvidada por esa legión de periodistas y de profesionales que en estos momentos nos sentimos representados por él.
(Publicado en periódico El Nacional)