Joselito Hernández García perdió la visión hace dos años a consecuencia de una bala perdida, pero no perdió las ganas de vivir y de salir adelante.
Ya tiene 14 años y asiste a la Escuela República del Ecuador. Su vida ha cambiado desde el accidente, pero asegura que ha sido para bien. “Yo no me siento triste, porque yo ahora hago muchas cosas que no haría si tuviera mis ojos. Antes no estudiaba, todo el tiempo estaba jugando y duraba días sin ir a la escuela, pero ahora me va muy bien y hago mis tareas, estudio mucho”, agregó el adolescente.
Joselito fue herido el 21 de agosto de 2005 mientras dormía en casa de su abuela en el barrio Gualey de la capital, durante un tiroteo entre bandas que se disputaban un punto de drogas.
Ahora vive con un tío en Sabana Perdida, le gusta mucho la música y asiste los lunes a clases de informática y reforzamiento de matemáticas en el Centro Nacional de Recursos Educativos para la Discapacidad Visual Olga Estrella. Tiene asignado un profesor itinerante capacitado por esta institución, que va a su escuela para darle algunas clases y, según dice, en el futuro quiere estudiar leyes.
También echa de menos algunas cosas que hacía antes. “Extraño montar bicicleta y volar chichiguas, pero trato de olvidarme de eso y no deprimirme, sino seguir adelante”. Aprendió a leer en el sistema Braille y en su tiempo libre le gusta reunirse con sus amigos y salir con ellos.
En esta época le pide a los adultos que no disparen “tiros” al aire porque pueden causar daño y a los niños los exhorta a no usar fuegos artificiales.
Al preguntarle cómo ha logrado enfrentar el día a día después de su accidente dice: “Yo hago mi vida normal, en la escuela me aconsejan mis amigos y me dicen que querer es poder y yo lo creo, estoy seguro que si de verdad se quiere algo, se puede”. http://www.listindiario.com.do/