El Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de la provincia de Santo Domingo, envió por un mes a la cárcel de Najayo de Menores a tres adolescentes, y al Instituto de Niñas, a dos jovencitas, acusadas junto a dos adultos de asesinar a siete taxistas en el municipio de Santo Domingo Este.
Mientras que el juez del Tercer Juzgado de la Instrucción de esa jurisdicción, envió a la cárcel de Najayo por un período de un año a Joel de la Rosa, de 18 años, y Jesús Reyes González, de 20, tras dictar prisión preventiva.
De inmediato, los familiares de las víctimas rechazan que a los menores se les aplique la pena establecida por el Código del Menor, al tiempo que abogaron por su modificación para que en este tipo de crimen sean condenados a pena máxima tal como establece el Código Penal Dominicano.
Fustigaron al Código del Menor, argumentando que el mismo es benigno con los adolescentes infractores de la ley, tras señalar que no habrá castigo suficiente para el daño que causaron.
Legisladores, fiscales, juristas y el presidente de la Suprema Corte de Justicia favorecen la modificación del Código del Menor en respaldo al pedido del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y del jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, para que se apliquen cambios a esa legislación.
Una de las personas agredida por los menores y los dos adultos, fue Darío Fiche, quien cuenta como fue agredido y cómo logró salvar su vida milagrosamente, empero, otras víctimas de los integrantes de la supuesta banda no corrieron la misma suerte.
De acuerdo a la solicitud de medida de coerción presentada por la Fiscalía, los imputados Joel de la Rosa y Reyes Gonzáles, al mantener relaciones sexuales con las dos jovencitas, les pedían durante el acto sexual atacar a sus víctimas, y ellos las complacían, además les fueron encontradas las cédulas de los taxistas asesinados.
La banda, luego de matarlos a puñaladas o ahorcarlos, les quitaban el dinero, prendas y vehículos.
Una de las dos jovencitas de 15 y 17 años, tomaba la iniciativa de acuchillar primero a las víctimas. Era una banda integrada por dos menores más y los dos adultos, a quienes la Policía acusa de haber asesinado siete taxistas de distintas compañías, a los que abordaban y después despojaban de dinero, prendas preciosas, celulares y equipos de comunicación.
