El síndico Roberto Salcedo anunció este miércoles que el Ayuntamiento del Distrito Nacional reubicará a varias familias de la Capital que viven en condiciones de peligro para evitar la repetición de tragedias como la ocurrida en la madrugada, en la que murieron aplastadas ocho personas al caer sobre sus viviendas toneladas de tierra y roca en el sector Jarro Sucio, entre los barrios Guachupita y Las Cañitas.
Salcedo, quien se presentó al lugar de la tragedia y conversó con dirigentes comunitarios del barrio y parientes de las víctimas, informó que provisionalmente, entre diez y quince familias de Jarro Sucio y la Cañada de Bonavides, a pocos metros de la tragedia, y cuyas viviendas corren igual peligro, serán trasladadas a casas alquiladas que pagará el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Esas familias permanecerán en las viviendas alquiladas hasta que el ADN y el Instituto Nacional de la Vivienda, con cuya directora se reunió el síndico Salcedo, les construyan otras que les serán entregadas en forma permanente. Las casas serán construidas en terrenos propiedad del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Este jueves, una comisión de Bienestar Social del Ayuntamiento visitará el lugar para censar a la cantidad de familias que serán trasladadas de inmediato a casas seguras hasta tanto les sean construidas viviendas seguras.
Tras el paso de las tormentas Olga y Noel, el Ayuntamiento del Distrito Nacional realizó operativos de reparación de decenas de viviendas seriamente afectadas por las inundaciones en La Zurza, La Ciénaga y otros lugares vulnerables.
Salcedo lamentó la tragedia en que una madre, seis hijos y una vecina murieron a causa del deslizamiento de tierra que sepultó sus viviendas.
Precisó que dirigentes de la Junta de Vecinos de Jarro Sucio recién el lunes 25 de este mes de agosto expusieron en el ADN el peligro de varias familias residentes próximo al lugar de la tragedia. De inmediato una comisión técnica de la Dirección de Infraestructura Urbana se presentó a Jarro Sucio, donde comenzó las evaluaciones pertinentes, aunque aclaró que por la naturaleza del trabajo que hay que hacer ahí, en término de tiempo era material y técnicamente imposible su realización antes de que ocurriera el derrumbe que mató a las ocho personas.
Para este miércoles estaba prevista otra visita para concluir los estudios y determinar la magnitud de los trabajos que debían realizarse, entre ellos levantar un muro de seis metros.
El deslizamiento de tierra ocurrió a pocos metros del lugar que según la Junta de Vecinos debía ser intervenido por el Ayuntamiento.
“El lugar que se derrumbó no presentaba ningún problema. Esta tragedia nos ha sorprendido, porque el Ayuntamiento respondió de inmediato enviando sus técnicos a este lugar, que dicho sea de paso, será desalojado y sus familias trasladadas”, explicó Salcedo.
Indicó que cuando se producen estas reubicaciones se dan casos que los desalojados retornan a los lugares donde fueron sacados. Afirmó que tanto el Ayuntamiento como el Instituto Nacional de la Vivienda se sienten comprometidos con las familias que viven en condiciones de peligro en Jarro Sucio y en la Cañada de Bonavides, ubicada a pocos metros de donde ocurrió la tragedia.
Desde la madrugada, decenas de miembros del Cuerpo de Bomberos, de la Defensa Civil, la Cruz Roja, la Policía Nacional y voluntarios se integraron a las labores de búsqueda y rescate de los fallecidos y heridos como consecuencia de la tragedia.
Se supo que la familia fallecida estaba refugiada en lugar seguro, pero decidió regresar al lugar de la tragedia.
Las víctimas son Marcelina Féliz de 32 años y sus hijos Bienvenida de 15 años; Jeffrey, de 12; Manuel, de 11 años; Esteban de 2 años; Francisco de tres y Robertico Féliz de once meses, y una vecina identificada como Carlita Martínez Figueroa, de 30 años.
Los cadáveres fueron llevados a la Iglesia de Dios, ubicada a pocos metros del lugar. Otros heridos son Therma, Tucson y Gladys . Los dos primeros fueron atendidos y despachados y la última se mantiene interna en el hospital Francisco Moscoso Puello.
Los cadáveres fueron llevados a la Iglesia de Dios, ubicada a pocos metros del lugar. Otros heridos son Therma, Tucson y Gladys . Los dos primeros fueron atendidos y despachados y la última se mantiene interna en el hospital Francisco Moscoso Puello.