El cardenal Nicolás de Jesús López dijo ayer que resultan extraños los cinco indultos concendidos por el presidente Leonel Fernández, cuando existen muchas personas “indultables” que están presas por simplezas. No obstante, consideró que el mandatario tendrá sus razones.
Además, el arzobispo de Santo Domingo consideró penoso el escándolo que han generado los miembros de la Cámara de Cuentas por haber cobrado el sueldo de la regalía pascual completo, con sólo tres meses en el cargo.
“Sabemos que hay muchísima gente que está en las cárceles por simplezas, por tonterías, entonces si se fuera a aplicar el indulto de una manera correcta y en justicia habría que comenzar indultando a toda esta gente que hace tiempo está presa por una simpleza”, consideró.
López Rodríguez observó que le consta que una buena parte de la población tiene una profunda indignación por esos indultos, aunque prefirió no incluirse entre ese grupo porque entiende que no es su papel.
“Yo prefiero no decir que estoy indignado personalmente por lo que se ha hecho; sé que las personas indultadas son también parte de nuestros prójimos”, señaló.
López Rodríguez sostuvo que desconoce las razones que ha tenido el presidente Leonel Fernández para otorgar esos indultos.
Además, reconoció la potestad constitucional que tiene el Presidente de la República para dar el perdón a los reclusos, y dijo que la cuestión estará en discutir la conveniencia o no de hacerlo.
También dijo respetar la decisión de Fray Arístides Richarson de renunciar a la Comisión de Indultos de la Procuraduría, al alegar que esa entidad no fue consultada.
“Él prefirió dejar eso porque se ve que la comisión no está haciendo su oficio, yo respeto mucho a Fray Arístides, su posición, si él la tomó responsablemente hay que aceptarle su posición”, indicó. Fueron favorecidos con los indultos Vivian Lubrano de Castillo, por el caso Baninter, así como Casimiro Antonio Marte, Milciades Amaro Guzmán, Gervacio de la Rosa y Pedro Antonio Franco Badía, del Plan Renove.
El Cardenal habló con los periodistas después de oficiar una misa en la Catedral con motivo de la Navidad, al mediodía de ayer.
La Cámara de CuentasCon relación a la Cámara de Cuentas, López Rodríguez pidió a todos los que tienen responsabilidad pública importante tratar de ahorrarle a este pueblo más “sinsabores y más escándalos”.
Sugirió al pueblo que exija al gobierno y a las instituciones el cumplimiento de su deber y una conducta honesta, para ver cómo el país se maneja de una manera más seria, “no como se está viendo hasta ahora”.
El Cardenal catalogó este escenario de la Cámara de Cuentas como peor al que se produjo anteriormente, que obligó a la mayoría de sus miembros a renunciar y otro fue destituido por el Senado de la República, por los escándalos causados por los aumentos de sueldo, incentivos y cobro por auditoría.
“No puede ser que habiendo ya terminado con un problema semejante a este aparezca otro escándolo peor ahora, no puede ser, yo creo que hay que tratar de ver cómo nos armamos un poco de fe”, expresó.
SolidaridadLópez Rodríguez recomendó que el país se organice para trabajar y buscar la forma en que se invierta más dinero de la manera más honesta, que sea escrupulosamente administrado, lo cual entiende ayudará a enfrentar la crisis mundial.
Aconsejó a los dominicanos ser sensibles a la realidad que viven los hombres y mujeres que piden limosna en las avenidas, porque tienen situaciones precarias y necesitan que la sociedad les dé una respuesta al abandono en que han vivido.
El Cardenal instó al país a organizarse para crear una fuerte corriente de solidaridad, “tal y como nos invitó el papa Benedicto XVI, dado que ante la crisis mundial hay muchas personas que está padeciendo hambre y muchas privaciones”.
Recordó que en una actividad reciente se había referido a ese tema sin saber que el Papa estaba pensando en la misma realidad.
“Todos sabemos que el panorama mundial no es tan optimista o halagüeño, pero en el corazón del cristiano siempre hay un espacio para la esperanza y para la confianza en el señor”, manifestó.