DAJABÓN.- Son ilegales 500 haitianos que ocuparon la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de esta ciudad, y que ingresaron al país alegan tener permiso de la Asociación de Obreros Emigrantes de la Línea Noroeste (Asomilin), que dirige el sacerdote Régino Martínez.
Esta práctica ilegal permite la entrada y salida a los haitianos para que puedan ingresar y salir a República Dominicana sin que confronten problemas con las autoridades de Migración.
Los haitianos ilegales ocuparon la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de esta ciudad alegando que las autoridades les impiden el reingreso a República Dominicana luego de que fueran a pasar las navidades en su país, tras haber ingresado al país aprovechando el mercado binacional celebrado ayer en esta ciudad.
Los inmigrantes han residido sin documentos legales en la zona por años basados en un listado presentado por la entidad que dirige el padre Martínez, y que cuenta con el conocimiento de la Dirección General de Migración, pero que nunca aprobó su presencia en territorio nacional.
El carnet de derecho a trabajo por seis meses es otorgado por Migración a los haitianos en su lugar trabajo, pero esta no ha cubierto a todos, situación que afecta a muchos de los que desean regresar a territorio dominicano, según señalan.
El sacerdote Martínez, de Solidaridad Fronteriza, fiel defensor de los emigrantes ilegales, trata de buscar un reingreso adecuado, organizado y controlado por los dirigentes de asociaciones, sin embargo reconoce la ilegalidad de muchos de estos en el país.
Martínez manifestó esta mañana que acompaña a los haitianos porque de todas formas esas personas regresan al país como sucede todos los años.
Los haitianos ocupantes de la iglesia católica pasaron la frontera ayer lunes a pie por el Puente sobre el río Masacre, pero no pueden seguir a otras comunidades de Dajabón porque son detenidos por los integrantes del Cuerpo de Seguridad Fronteriza (CESFRONT)
Los haitianos que ocupan la Parroquia, ubicada frente al parque Duarte, durmieron su primera noche en el suelo y ya esta mañana las condiciones de higiene eran precarias en el lugar. El sacerdote dijo que estos están ordenados y estuvieron presentes en una misa celebrada allí.
Dentro de los ocupantes del templo se encuentran alrededor de 30 niños y algunas embarazadas quienes provienen desde diferentes comunidades del nordeste de Haití.
El padre Martínez pidió al director de Migración, general Aníbal Sanz Jiminián, aplicar la ley a nivel nacional y no en el cruce de fronteras, y autorice que esas personas que tienen trabajo fijo y que residen en el país desde hace varios años y organizados se le permita el reingreso.
Se trata de extranjeros que tienen contrato de trabajo en plantaciones agrícolas de la zona, quienes salieron del país en las navidades, pero ahora las autoridades de Migración impiden su ingreso a República Dominicana.
Son más de 600 emigrantes haitianos los que pertenecen a la Asomilin, quienes pasaron la noche en la iglesia asistidos por miembros de Solidaridad Fronteriza.
Expresaron que permanecerán en el templo el tiempo que sea necesario y alegan que hay mucha incoherencia en organismos de vigilancia y migración que luego de un acuerdo ordenaron el apresamiento de alrededor de doscientas personas que fueron repatriadas a su país.
El religioso defendió su salida organizada que se practica desde hace cinco años, en el mes de diciembre, con motivo de las fiestas navideñas para que los emigrantes celebren con sus familiares; los cuales llevan sus regalitos y comparten con el niño Dios esa alegría.