El Movimiento Popular Dominicano (MPD) denunció que el gobierno que encabeza Leonel Fernández está poniendo en marcha un plan para apresar e involucrar a los miembros de esa organización, dirigentes populares y demás fuerzas revolucionarios en acciones delincuenciales y narcotráfico con la finalidad de desacreditar las protestas que se desarrollan en las diferentes comunidades del país en reclamo de obras, contra la política económica que afecta todos los sectores del país.
“ Nuestra organización tiene informes de mucho crédito de que desde el despacho del doctor Franklin Almeida, con la orientación del presidente de la República, doctor Leonel Fernández, se ha orquestado una trama para desatar una campaña mediática orientada a confundir a la población en base a falsos vínculos de los dirigentes populares con antisociales y delincuentes, a los cuales se les pagará dinero para crear desórdenes en las protestas y para levantar falsos testimonios contra los principales dirigentes del Foro Social, del Falpo y otras organizaciones”, sostuvo la Comisión Política del MPD.
En un documento de la Comisión Política del MPD se destaca que como parte de ese plan fueron apresados tres dirigentes del Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (FELABEL), acusándole de tener pertrechos militares, el caso de Salcedo con los encapuchados pagados por la Policía y la organización de un grupo paramilitar en San Francisco de Macorís, Bonao, Santiago y demás poblaciones donde se han desarrollado protestas, dirigido por el secretario de Interior y Policía Franklin Almeida.
La organización Marxista Leninista sostiene que consciente el gobierno de que en los días por venir las protestas arreciarán, estimuladas por la ineficiencia, las promesas incumplidas, la crisis económica, los apagones y otros motivos, debido a la falta de voluntad para resolver los problemas que afectan a las mayorías, han estado montando una estrategia para iniciar una campaña de descrédito de las protestas y sus dirigentes.
Asegura que algunos visos de esa estrategia ya asomaron su rostro cuando en medio de una contundente paralización en la ciudad de Salcedo, elementos manipulados por la seguridad del Estado aparecieron posando para la prensa armados de armas caseras, lo que fue utilizado para montar una campaña en todos los medios del país y para acusar a los principales dirigentes de pagar delincuentes para hacer desórdenes.
El MPD también informó que fueron presentados varios elementos a quienes se les apresó acusados de portar armas ilegales y miles de proyectiles, atribuyéndoles vínculos con el Falpo y el Foro Social Alternativo, lo que tuvo que ser rápidamente desmentida por la Policía, ya que se trataba de familiares de un conocido cantante y músico de bachatas.
El MPD alerta a la población dominicana, a todas las organizaciones revolucionarias, democráticas y populares a mantenerse atentas y a salir al paso con energía a los planes perversos que ha puesto en marcha el gobierno de Leonel Fernández.
Asimismo, llamó a desarrollar una campaña de denuncia nacional e internacional para desenmascarar los planes del gobierno peledeísta de Leonel Fernández para evitar que se vuelva a los triste 12 años balaguerístas, donde fueron asesinados los principales dirigentes del MPD y luchadores revolucionarios.
De igual modo exhorta al pueblo a las organizaciones revolucionarias, populares y sociales a prepararse para frenar a Franklin Almeida y Leonel Fernández en sus planes de detener la protesta con el chantaje y la mentira.
La Comisión Política del MPD exhortó a las organizaciones a arreciar las protestas y elevar su calidad, dotándola de mayor presencia popular y aislando las acciones anárquicas que no hacen más que servir de pretexto a la represión y a los planes de descrédito.
Manifestó que la tradición de incumplimiento de promesas y de abandono de las comunidades del interior del país de parte del gobierno peledeísta han generado una creciente protestas a través de marchas, piquetes, movilizaciones, peregrinaciones y huelgas.
La organización de izquierda destacó que todas las expresiones de inconformidad y el descontento popular se dirigen hacia el presidente de la República y sus principales funcionarios, quienes insisten en que no hay recursos para cumplir las demandas mientras exhiben una opulencia que irrita.