El juez de la Jurisdicción Permanente del Distrito Nacional, dispuso hoy el envío a la cárcel de Najayo de una mujer acusada de raptar a un bebé de dos días de nacido de la maternidad La Altagracia. El magistrado José Alejandro Vargas Guerrero dispuso el envío al recinto carcelario de Grace Miguelina Abreu, por un período de tres meses, fijando la revisión de la medida de coerción para el mes de septiembre. El tribunal adoptó la decisión, tras acoger una solicitud de prisión preventiva presentada por el fiscal adjunto Danilo Holguín, del departamento de Decisión Temprano de la Fiscalía del Distrito Nacional.
En sus conclusiones, el abogado defensor de Miguelina Abreu, doctor Omar Chapman, había pedido al tribunal rechazar la solicitud de prisión preventiva presentada por el Ministerio Público y en consecuencia ordenar su libertad pura y simple, imponiendo impedimento de salida del país y presentación periódica por ante el Ministerio Público.
En la vista de la medida, Miguelina Abreu, entre llanto declaró que la madre del niño, Alexandra Valdez, se lo entregó de manera voluntaria, tras rechazar que haya dado cinco mil peso por el mismo y que un día ante la llegó a bañar.
“Magistrado, no es cierto que yo haya robado al niño, su madre me lo entregó de manera voluntaria, yo lo quiero como si fuera mi propio hijo, Dios me libre cometer ese tipo de acción”, apuntó Miguelina Abreu, quien fue detenida cuando se escondía en la casa de su madre, ubicada en el sector Cancino II, Santo Domingo Este.
Dijo que no tiene necesidad de robarse el niño, porque tiene tres hijos y su esposo, y que se condolió del bebé, razón por la cual lo aceptó.
Declaró que al salir en los medios de comunicación de que se habían robado un bebé recién nacido de un hospital, decidió dejarlo abandonado en una iglesia.
Asimismo, la imputada rechazó en el tribunal que simulara un embarazo durante ocho meses y que en el octavo mes ella desapareciera y llamara a su esposo para solicitarle el dinero del parto.
Según la acusación presentada por el Ministerio Público cuando la imputada regresó a la casa con el niño, su esposo Víctor Manuel Heredia le preguntó por las cicatrices del parto, a lo que ésta contestó que una amiga le consiguió una pomada que borra las cicatrices.