GINEBRA (EFE).- El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) expresó hoy su preocupación por la situación en que se encuentran unos 700.000 niños afectados por las inundaciones de las dos últimas semanas en Haití. "La situación es inquietante, sobre todo si se tiene en cuenta que la vida de los niños es particularmente preocupante y difícil en Haití, donde la mortalidad de los menores de cinco años es de 177 por mil nacidos vivos", afirmó hoy la portavoz de UNICEF en Ginebra, Veronique Tavau. A título indicativo, la funcionaria mencionó que en países industrializados, como Estados Unidos, la tasa de mortalidad infantil es de ocho por mil nacidos. Asimismo, dijo que las agencias humanitarias afrontan muchas dificultades de acceso a las familias afectadas, puesto que ciertas zonas del país se mantienen aún aisladas por las inundaciones. No obstante, UNICEF y organizaciones no gubernamentales han podido distribuir material sanitario, como pastillas para la potabilización del agua. La Organización Mundial para las Migraciones (OIM), por su parte, ha iniciado la entrega de ayuda humanitaria a la población de Cabaret, un pueblo costero al norte de la capital haitiana, ubicado en el área más afectada por las recientes lluvias e inundaciones. Asimismo, la OIM ha distribuido durante las últimas dos semanas artículos de primera necesidad para las personas afectadas por las riadas en Gonaives, una comunidad próxima a Puerto Príncipe, según informó su portavoz Jean-Philippe Chauzy. Tanto el UNICEF como la OIM han enviado misiones de investigación a las zonas más dañadas por las riadas a fin de establecer las prioridades de asistencia humanitaria de urgencia, para las 1,4 millones de personas afectadas.