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miércoles, 2 de enero de 2008

Aristy Castro haría un gobierno para los pobres como lo hizo a Balaguer

Amable Aristy Castro, candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) consideró que es el único aspirante a la jefatura del Estado que garantiza un gobierno para los pobres de la República Dominicana, como lo fueron las administraciones del presidente Joaquín Balaguer.
En un discurso ante la tumba del fenecido líder y fundador del PRSC, Aristy Castro declaró que desde 1996 la mayoría de los dominicanos han recibido frustraciones, traición y engaño luego de votar por el Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano.
Recordó que el 14 de octubre, durante una visita a los barrios de Santiago, el presidente Leonel Fernández recibió las mismas señales con las que los dominicanos sacaron del Palacio Nacional a Hipólito Mejía en las elecciones del año 2004. “Dos de los tres caminos con posibilidades han sido repudiados con las mismas expresiones, por lo que volver atrás constituye un peligro por el desorden, el descalabro y la inestabilidad que simboliza el PRD-PPH, seguir pa’lante con esta fábrica de pobres, con este gobierno inhumano es un suicidio.
Aristy Castro saludó el pedido del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez para que en la campaña electoral prime el respeto entre los candidatos presidenciales.
Manifestó que continuará manejándose sin insultos y realizando todo lo que contribuya a “mitigar el hambre”.
“El nuevo camino terminó cuatro años después convertido en el callejón estrecho de los come solos que engañaron al pueblo, y acosando judicialmente a quien cerró el camino malo, les entregó el avión listo para el despegue y les entregó el poder, a Joaquín Balaguer”, enfatizó.
El político no pudo terminar el discurso de cuatro páginas porque una brisa derribó un arreglo de rosas con la Bandera Nacional y luego tumbó la bandera del PRSC y su micrófono, lo que de inmediato atribuyó a la presencia del líder reformista.
Indicó que los demás candidatos están imitando su forma de hacer política con la diferencia de que desde hace 30 años él entrega dinero y alimentos en público y los otros los dan en sobres de 400 y 500 pesos o reparten unas cuantas cajas una o dos veces por año.