El subdirector de Aduanas, ingeniero Gregorio Lora, reveló que las recaudaciones fiscales de esa institución al día de hoy, están por encima de los 240 mil millones de pesos, las cuales representan más de un cuatro por ciento de las estimaciones realizadas, con una tasa de dólar de casi a la mitad de que fue encontrada por el gobierno en el 2004.
El funcionario declaró que como resultado de la aprobación de la Ley 226 del 2006, que permitió el reordenamiento de esa institución, el organismo recuperó seis mil 126 millones de pesos de operaciones ilícitas realizadas en contra de la entidad.
El ingeniero Lora manifestó que el proceso de reordenamiento de esa entidad produjo que en menos de 24 horas, los importadores, especialmente los de vehículos nuevos, puedan despachar a sus almacenes todas sus mercancías desde los barcos.
Indicó que el proceso que se desarrolla en la Dirección General de Aduanas, fue iniciado en el primer gobierno dirigido por el Presidente Leonel Fernández Reyna, en 1996, cuando en menos de 5 días eran despachadas las mercancías, a diferencia de antes, que era de 45.
El profesional expuso en el desarrollo de la Primera Semana a la Calidad para los sectores público y privado, organizada por la Secretaría de Estado de Administración Pública (SEAP), que dirige el licenciado Ramón Ventura Camejo. Participaron decenas de expositores naciones e internacionales, según lo informó el periodista Luis Céspedes Peña.
Informó que el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana, exige que el plazo para el despacho de las mercancías sea de 48 horas, pero que el país lo está haciendo en menos de 24. Es el único que supera el esa exigencia.
Observó que la lucha contra el fraude o las operaciones ilícitas se incrementó y ya se puede detectar cualquier elemento violatorio a la Ley, como ocurrió con el transporte de un cargamento con más de tres mil kilos de cocaína protegida con mermelada, la cual era transporta desde Venezuela hacia Europa.
En su exposición, el ingeniero Lora dijo que la autonomía aduanal es uno de los grandes logros de la institución, debido a que permitió un nuevo reordenamiento administrativo y que también dio paso a un proceso de apertura.
“Eso también permitió el establecimiento de importantes niveles de seguridad de la cadena logística en contra de las operaciones ilícitas, lo que permite la transparencia de una institución dirigida por uno de los dominicanos más honestos, como lo es el licenciado Miguel Cocco”, dijo.
También dijo que el proceso de transformación permitió convertir a una Aduana eminentemente fiscalista, a una de servicio.
Explicó que a parir del 2004, con la puesta en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio, el cual fortaleció el proceso de cambio que venía realizando la nación desde 1996, el país siguió sus avances hacia la inserción a nuevos mercados.
Precisó que el nuevo orden planea una apertura comercial en lo que respecta al Código Arancelario, el cual está libre de impuesto en más de un 60 por ciento.
“Esta es la estrategia más agresiva de la región y se puede decir que es una elemento básico a la hora de evaluar el proceso”, precisó el subdirector de Aduanas.
Declaró que se trata de una visión de facilitar el servicio aduanero para acercarse más a los usuarios, pero sin anteponer el elemento de recaudación en detrimento de la participación o la seguridad para las recaudaciones.
Señaló que el Acuerdo de Libre Comercio lo que hizo fue rescatar el proceso de gestión de 1996. Destacó que ese Acuerdo está por encima de legislaciones nacionales.
Afirmó que la seguridad aduanera implica la participación de la Dirección Nacional de Control de Drogas, de las Secretarías de Salud Pública, las Fuerzas Armadas y Agricultura. También, de otros organismos.
“Abarca a los funcionarios, a los transportistas y a todos los que tienen que ver con esas operaciones”, dijo.
Señaló que la lucha contra la corrupción llevó a la cárcel a ex funcionarios de ese organismo. Destacó que se cuenta con tecnologías muy sofisticadas para detectar fraudes, drogas y otros hechos ilícitos.
Explicó que, en materia de transparencia, hay que decir que está la firme decisión de las autoridades, que comenzó en 1996, y las exigencias del Acuerdo de Libre Comercio.
Agregó que, en lo que respecta a los niveles de transparencias aduanales, eso no sólo abarca a los funcionarios, sino a los medios de transportes, los conductores, los exportadores e importadores y otros, los cuales deben asegurar una cadena logística confiable.
Calificó de positiva la introducción en la Ley 226 de la criminalización del fraude y, gracias a eso, ya no sólo se trata de asegurar la aplicación de sanciones en contra funcionarios de Aduanales, sino a todos los que participen en actos ilícitos.
