La educación y la salud, consideradas por los organismos internacionales las principales necesidades básicas de la población, son en realidad dos grandes negocios en República Dominicana. Cada año los padres y tutores invierten más de 25 mil millones de pesos en la educación de los hijos en colegios privados.
Esa cifra representa alrededor del 60% de los 45 mil millones de pesos que se invierten a nivel nacional en el sistema educativo.
Pero en realidad esa suma no representa el gasto total en la educación privada, porque muchos colegios, especialmente los católicos y cristianos, reciben del Gobierno exoneraciones, pago de profesores y conserjes.
Además de que no hay controles y respeto por las tarifas que establece la Secretaría de Educación, partiendo del sistema de “categorización”, creado hace algunos años.
Actualmente la Secretaría de Educación no tiene registro preciso de la cantidad de colegios privados que hay en el país, aunque el pasado año un funcionario la estimó en 2,600.
Hace dos años la organización no gubernamental Acción para la Educación Básica (Educa) preparó un “Informe de Progreso Educativo”, en el que comprobó que el Estado financiaba el 44% de la educación y que a las familias les correspondía el 56%, a través de colegios y universidades privadas.
Sin embargo, el primer estudio que se hizo al respecto data de 1998, y en esa ocasión se determinó que las familias invirtieron ese año en educación siete mil 775 millones de pesos y el Estado sólo seis mil millones.
En esa ocasión, y todavía sigue vigente, la República Dominicana era el país que tenía la inversión más baja en educación en Latinoamérica y el Caribe.
Aunque la Constitución consagra como deber del Estado proporcionar educación gratuita en el nivel básico, la realidad es que las deficiencias en el sistema educativo oficial llevan a muchos padres a recurrir a los colegios privados.
A ese elemento hay que agregar que al inicio de cada año escolar los propietarios de los colegios aumentan el costo de la matrícula, sin autorización de la Secretaría de Educación, por lo que en el presupuesto familiar la parte correspondiente a educación se incrementa automáticamente a partir de cada septiembre.
Eso refleja que a pesar de la inversión de valores que impera en la sociedad dominicana, las familias tienen interés especial en la educación de los hijos.
Estudios recientes han demostrados que el 84 por ciento de los alumnos de colegios privados proviene de familias de los estratos altos y medios, que son las que tienen ingresos de entre 30 mil y 300 mil pesos mensuales.
En tanto, el 16% proviene de hogares con ingresos mínimos, lo que resulta lógico porque las familias de más altos ingresos no envían a sus hijos a escuelas públicas, mientras que, como contraste, los pobres no pueden pagar un colegio.
En el 2008 se estimó la población escolar del país en tres millones de alumnos, de los que el 80% recibe docencia en centros públicos.
Ese total incluye los niveles inicial, básico y medio, así como las modalidades técnica y universitaria. Más del 80% por ciento de los alumnos del país corresponde al nivel básico.