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sábado, 26 de septiembre de 2009

Domingo Batista y el tribunal de la Santa Inquisición

POR MANUEL AZCONA
Especial para Parámetro

La exabrupta respuesta del Presidente del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP), Domingo Batista, al derecho que me asiste de auxiliarme en la institución periodística llamada a socorrer a sus miembros en caso catastrófico, como la enfermedad coronaría que me aqueja, me ha dado entender, que en vez de ser un ecuánime administrador de los fondos de los periodista, nos encontramos que estamos ante el Tribunal de la Santa Inquisición, implantado en el años 1184 como castigo físico a los herejes.
Al recuperar mi estado de salud, no puedo dejar pasar por alto la reacción de Domingo Batista, quien como administrador de los fondos el IPPP, debió informar a la colectividad periodista dominicana sobre los gastos de los viajes de campaña que hizo en menos de dos semana en Nueva York y Boston, en vez de enrostrar que “sí dio ayuda económica a Azcona, aunque no con la cantidad que él quería porque todos sabemos de que los recursos están escasos a nivel nacional”.
Cuando en su respuesta, Domingo Batista dice “mi querida madre Doña Negra siempre hablaba de que el ladrón y el mentiroso, juzgan por sus condiciones, me parece que describe su propia personalidad o perfil, aunque le faltó una enfermedad que no citó cuando hace alarde de su POSTDATA: Debo decirle a Azcona que, en dos ocasiones, me han debido internar en la Clínica Abel González por problemas diabéticos y que en ninguna he recibido ningún tipo de ayuda del IPPP para comprar la medicina o pagar los internamientos. Los archivos están ahí.
Domingo Batista, siendo tesorero del CDP en el periodo 2005-2007, junto a quien suscribe, Manuel Azcona, Secretario General, Mercedes Castillo, presidenta, Luis Céspedes Peña, vicepresidente, Rosendo de Jesús, Secretario de Organización, Luis Cárdenas, Secretario de Educación y Roberto Brito, secretario de Relaciones Públicas, mi asombro fue cuando en la primera reunión del Comité Ejecutivo, Batista solicitó un préstamo de 20 a 30 mil pesos para supuestamente reparar un carro de su propiedad.
Mi asombro no fue por la cantidad solicitada, sino porque no se justifica que nosotros como administradores nos prestemos entre si, los fondos de los periodistas, pues quien nos garantiza que nosotros mismos también saldemos esa deuda.
En mi condiciones de secretario General hice una moción ante el Comité Ejecutivo de ese entonces, prohibiendo tajantemente los préstamos entre los directivos del CDP, aunque se acordó otorgarle la partida Domingo Batista bajo la condición de que dejaría de percibir la compensación que le correspondía en su calidad de Tesorero, hasta tanto no saldara la deuda contraída. Eso esta escrito como resolución en el libro de la Secretaria General 2005-2007.
A juicio de esta situación, hurgando en la gestión de la Presidencia de Héctor Luzón me encuentro que Domingo Batista, también en su calidad de Tesorero, a cada momento vivía solicitando préstamos, acareando conflictos a lo interno del Comité Ejecutivo del CDP.
Todavía, en tiempo más recientes, en pleno proceso de campaña en sus aspiraciones por retener el IPPP, Domingo Batista, sin querer se incriminó, con aquella ansiedad de solicitar préstamos en cualquiera de los organismos de dirección en que se encuentre. Como un pavo real cualquiera, en momento que junto a la Comisión Electoral, encabezada por Emilio Herasme Peña, se debatía el controlar el uso de los fondos del IPPP en el proceso electoral, Domingo Batista salió corriendo hasta su despacho y llevo el libro de la cuenta del organismo periodístico, pero mi asombro fue mayor, pues en el referido libro aparece un largo rosario, no aquello de lo que se usan en las iglesias, sino de los préstamos que se ha adjudicado en su calidad presidente del IPPP, lo cual no soportaría una auditoria de la Cámara de Cuentas, quien de hecho tiene pendiente para este año un arqueo sobre los fondos públicos que recibe el CDP.
Resulta que el lobo, perdón quise decir, Domingo Batista, disfrazado con el gorro rosa de la desdichada devorada abuelita de Caperucita Roja, con ojos, orejas y dientes grandes, para ver, oír y comerte mejor, pretende ahora atribuir la falta de recursos en el IPPP a un supuesto incumplimiento del pago del 0.5% de la publicidad de los dueños de medios de comunicación.
Sin embargo, no ha llegado a entender que los dueños de medios han reducido considerablemente sus aportes sobre el 0.5% de la publicidad, a la falta de transparencia y al inadecuado manejo de los recursos destinados a la previsión y protección del periodista, o quizás, el lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba, tras devorar a la abuela y a Caperucita Roja, se olvida de que la Sociedad Dominicana de Diarios y la Asociación Dominicana de Radiodifusoras están representadas ante el Consejo de Administración del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP).
Domingo Batista debe entender que “nadie se muere sin cabeza”, como reza en una parte del viejo cuento de “Alí Baba y los 40 ladrones”, es decir, las clases no se suicidan, pues en la asamblea del CDP el 23 de mayo del año en curso, el lobo disfrazado de abuelita, en la rendición de cuentas de su gestión señalaba “el periódico LISTIN DIARIO pagaba entre 150 y 200 mil pesos mensuales, pero en los últimos meses los pagos son de 76 a 96 mil pesos”. “Color Visión pagaba 70 mil pesos y dejó de pagarlos hace 8 meses y, sus ejecutivos están ofertando pagar únicamente 10 mil pesos mensuales, cosa que-obviamente- hemos rechazado reiteradamente”.
Domingo Batista, en su informe de gestión en el IPPP, el 23 de mayo sostuvo “igualmente, tenemos que CDN y El Caribe deben alrededor de millón y medio de pesos, pero han abonado algo de esa deuda gracias a las diligencias que hemos hecho en ese sentido”.
“Telemicro tiene una deuda de unos 400 mil pesos y las emisoras radiales aportan mensualmente 50 y 100 pesos cada una”. “Los periódicos El Nacional y Hoy están al día, Los canales 2 y 11 siguen pagando 10 mil pesos cada uno y tenemos programado una cita con los ejecutivos para un reajuste, al igual que con otros canales”.