El jefe del Estado dijo que por el impacto de la crisis financiera global y de los precios en los alimentos y el petróleo, se hace necesario vencer los intereses particulares a fin de establecer nuevos mecanismos de regulación y de supervisión de los mercados, que garanticen que la crisis no vuelva a repetirse y se avance en el cumplimiento de las metas del milenio.
Sugirió a las Naciones Unidas liderar un movimiento para la creación de un grupo de trabajo que realice una investigación de alta calidad profesional que presente un informe y recomendaciones orientados a fijar un gravamen a favor del desarrollo.
“Este gravamen a favor del cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio debe aplicarse a los capitales depositados en paraísos fiscales, bancos off shore y centros financieros internacionales”, planteó el gobernante durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Sostuvo que ese mecanismo de financiamiento al desarrollo se estaría aplicando a fortunas entre 7 mil y 11 mil trillones de dólares, de acuerdo con cifras citadas por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED) y Tax Jutice Network, recursos que están depositados en bancos off shore sin pagar impuestos.
En relación a los impuestos que dejan de pagar cada año, el presidente Fernández aseguró que la Oxfam ha establecido que más de 50 mil millones de dólares dejan de ingresar a los países en vías de desarrollo.
Desigualdad
“La organización Christian Aid ha indicado, de manera sombría, que la evasión fiscal será responsable de la muerte de más de 5 millones de niños entre el 2000 y el 2015, los años que corresponden a la conquista de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, añadió.
Respecto a la disponibilidad de recursos para financiar el desarrollo, Fernández dijo que estos abundan, pero que están desigual e injustamente distribuidos, lo que se debe, entre otras razones, a la existencia de una arquitectura financiera global proclive a la falta de transparencia, al secretismo, al blanqueo de capitales, a la evasión y al fraude.
Observó que la manera diligente con que se ha enfrentado el colapso del sistema financiero internacional, indica aquello que ha estado en boca de los pueblos de que “cuando se quiere, se puede”.
Refirió que “la única esperanza de revertir la actual situación de declive económico, de deterioro social y de crisis moral que prevalecen en el mundo, radica en las decisiones valientes, sabias y oportunas que desde este prestigioso foro mundial podamos adoptar”.
“Los pueblos del mundo aguardan por esas decisiones.Están conscientes que su derecho a una vida digna, honorable y alegre depende de eso. No les defraudemos.Actuemos con justicia, con valentía, con sentido de la historia y con visión de futuro”, exhortó el mandatario al concluir su intervención ante la Asamblea.
En otro orden, Fernández expresó su preocupación por la continuidad del gobierno de facto en Honduras, situación que dijo pone de relieve las debilidades de la comunidad internacional en aplicar medidas para hacer prevalecer el orden democrático. Sostuvo que a pesar de la emisión de resoluciones condenando el golpe de Estado, el gobierno ilegítimo de ese país sigue en el poder.
Respecto a la disponibilidad de recursos para financiar el desarrollo, Fernández dijo que estos abundan, pero que están desigual e injustamente distribuidos, lo que se debe, entre otras razones, a la existencia de una arquitectura financiera global proclive a la falta de transparencia, al secretismo, al blanqueo de capitales, a la evasión y al fraude.
Observó que la manera diligente con que se ha enfrentado el colapso del sistema financiero internacional, indica aquello que ha estado en boca de los pueblos de que “cuando se quiere, se puede”.
Refirió que “la única esperanza de revertir la actual situación de declive económico, de deterioro social y de crisis moral que prevalecen en el mundo, radica en las decisiones valientes, sabias y oportunas que desde este prestigioso foro mundial podamos adoptar”.
“Los pueblos del mundo aguardan por esas decisiones.Están conscientes que su derecho a una vida digna, honorable y alegre depende de eso. No les defraudemos.Actuemos con justicia, con valentía, con sentido de la historia y con visión de futuro”, exhortó el mandatario al concluir su intervención ante la Asamblea.
En otro orden, Fernández expresó su preocupación por la continuidad del gobierno de facto en Honduras, situación que dijo pone de relieve las debilidades de la comunidad internacional en aplicar medidas para hacer prevalecer el orden democrático. Sostuvo que a pesar de la emisión de resoluciones condenando el golpe de Estado, el gobierno ilegítimo de ese país sigue en el poder.
CRISIS FINANCIERA CREA ANGUSTIA GLOBAL
Fernández aseguró que la situación ha generado un estado de angustia y ansiedad global, cuyo efecto se aprecia en las muertes de 400 mil niños cada año, “algo humana, moral y políticamente inaceptable”.
El mandatario hizo un llamado ante la Asamblea General de la ONU para que declare un estado de emergencia en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, “pues la crisis financiera global y los efectos de los precios del petróleo y los alimentos generaron una verdadera catástrofe humana”.
Fernández, quien intervino ante los presidentes y delegados miembros de la sexagésima cuarta sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que la crisis financiera global agravada por el colapso de emblemáticos bancos de inversión y la especulación en los precios del petróleo y los alimentos, obligó a los países en vías de desarrollo a incrementar sus erogaciones en divisas para la factura petrolera y otorgar subsidios.
Llamó la atención sobre el hecho de que antes de la ocurrencia de esa crisis, el Banco Mundial entendía que para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio del 2008 al 2015, hacían falta 250 mil millones de dólares, esto es 50 mil millones por cada año.
El mandatario hizo un llamado ante la Asamblea General de la ONU para que declare un estado de emergencia en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, “pues la crisis financiera global y los efectos de los precios del petróleo y los alimentos generaron una verdadera catástrofe humana”.
Fernández, quien intervino ante los presidentes y delegados miembros de la sexagésima cuarta sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que la crisis financiera global agravada por el colapso de emblemáticos bancos de inversión y la especulación en los precios del petróleo y los alimentos, obligó a los países en vías de desarrollo a incrementar sus erogaciones en divisas para la factura petrolera y otorgar subsidios.
Llamó la atención sobre el hecho de que antes de la ocurrencia de esa crisis, el Banco Mundial entendía que para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio del 2008 al 2015, hacían falta 250 mil millones de dólares, esto es 50 mil millones por cada año.