La Conferencia del Episcopado Dominicano afirmó ayer que el país se está volviendo cada día más desordenado, sucio y descontrolado, por la falta de previsión, descontrol y falta de autoridad decidida en la lucha contra los agresores del medio ambiente.
En un mensaje con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebró ayer, la Comisión Nacional para la Pastoral de Ecología y Medio Ambiente de la Conferencia del Episcopado, consideró que los responsables de la degradación de los recursos naturales, la deforestación o erosión severa del suelo no son los campesinos pobres, sino que ha habido negligencia, complicidad y rapacidad en muchos de los que se les encomendó la vigilancia.
Dijo que el país se encuentra ante una situación difícil creciente, por la falta de previsión, control, severidad continuada y planes responsables y eficaces en el poder público.
El documento fue leido por Ramón Benito Ángeles, en la misa de acción de gracias realizada en la Catedral Primada de América a intención de la Secretaría de Medio Ambiente. Sugirió que sean controlados los desaprensivos que siguen matando los ríos y abogó porque sean sancionados aquellos que generen un daño ambiental, aún sea por tirar un vaso plástico en las vías públicas. Planteó que cuando un organismo represivo detiene a un infractor del medio ambiente, que no sea liberado por las autoridades sin dar ninguna explicación a la opinión pública.
Abogó, además, porque sean incrementados los niveles de educación en las escuelas para que los niños y jóvenes no sigan creciendo sin la debida preocupación por lo que pasa en su entorno. Consideró que urge legislar para poner control, debido a que se está creando una cultura del desecho, lo que entiende afecta la salud del pueblo.
“¿Cómo es posible que ante la mirada de todos los camiones transporten madera sin los permisos adecuados? ¿cómo es posible que sigan cortando madera en nuestras montañas para hacer carbón sin la debida reforestación?, ¿cómo es posible que ante la mirada de todos, personas inescrupulosas roben de sus nidos los polluelos de aves endémicas como la cotorra y sean vendidas en la salida de Santiado y nadie los detiene?, ¿cómo es posible que muy pocas personas respeten los tiempos de veda de varias especies de mariscos y moluscos? ¿Para qué fueron creadas esas leyes? ¿Para ser simples líneas en libros y documentos?, reflexionó.