El jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, advirtió ayer que las autoridades no permitirán que quede sin castigo la agresión de pistoleros al servicio del narcotráfico contra la casa del fotorreportero Franklyn Guerrero, pretendiendo amedrentarlo por su labor periodística.
Mientras, el comunicador agredido declaró anoche que decidió no encaminar la acción judicial en contra de sus agresores para no desviar la atención que el caso amerita. Dijo que no se trata de él, sino de una deuda que el supuesto capo tiene con la sociedad.
“Esa acción delictiva y desafiante en contra de la prensa y de la autoridad de la Policía me la he tomado para mí y de manera personal voy a perseguir a esos delincuentes para que sean castigados por la Justicia”, advirtió el jefe policial, tras condenar la agresión a Guerrero. Un equipo de oficiales de la Policía investiga junto a Guzmán Fermín el ataque a tiros.
Guzmán Fermín señaló que ese ataque no fue sólo contra el periodista Guerrero y su familia, sino contra todos los comunicadores y los medios de prensa, y también contra la Jefatura de la Policía, que tiene el deber de garantizar la seguridad de los ciudadanos y la libertad de prensa. “No toleraremos amenazas ni atentados contra periodistas”, enfatizó el jefe policial.
La residencia del fotorreportero Guerrero, quien labora para varios medios e instituciones, fue tiroteada la noche del martes por dos desconocidos desde una motocicleta.
Guerrero y otros periodistas tambien fueron agredidos por familiares y empleados del alegado narcotraficante Manuel Emilio Mesa Beltré (El Gringo), mientras cubrían las incidencias de un juicio preliminar contra el presunto capo de Capotillo, quien fue arrestado por la Policía en un vehículo con RD$4.3 millones.
En el momento de la balacera, Guerrero se encontraba en su casa, ubicada en el residencial Jardines de Alma Rosa, junto a su esposa María Altagracia Sánchez, una hija de 16 años y una persona del servicio doméstico.
Molesto por la intolerancia de los delincuentes que acompañaban a El Gringo, el jefe de la Policía advirtió que “irán a la cárcel los que perpetraron ese atentado”, y que él mismo en persona se ocupará de que los responsables sean apresados y sometidos a la acción de la justicia.
En la casa de Guerrero los investigadores policiales encontraron los casquillos y los proyectiles mutilados disparados por los pistoleros, y que están siendo analizados en el laboratorio de balística.
Estas investigaciones las adelantan los generales Héctor García Cuevas, comandante del municipio Santo Domingo Este, y Juan Fructuoso Heredia, director de Investigaciones Criminales.
Bajo medidas de seguridad, Mesa Beltré fue trasladado ayer a la cárcel de Najayo, en San Cristóbal, luego de que el juez de la Jurisdicción Permanente del Distrito Nacional dispusiera su envío a ese recinto junto a su esposa Yocasta Esmeralda Campusano, por su vinculación en el decomiso de RD$4.3 millones.
Traslado a la cárcel
Unidades de la Policía y de la DNCD sacaron a Mesa Beltré y a Campusano con cascos y chalecos antibalas rumbo a la cárcel de Najayo.
Mesa Beltré fue recluído en el pabellón de extraditables de Najayo y su esposa en la celda de mujeres.
El juez Reynaldo Ferreira Tineo dictó prisión preventiva de tres meses en contra de la pareja, tras acoger un pedimento de la Fiscalía del Distrito Nacional.
El abogado defensor, Joaquín Benezario, informó que en los próximos días presentará un recurso de revisión, para que el tribunal revoque la medida de coerción dictada en contra de la pareja y que la cambie por una garantía económica, impedimento de salida y presentación periódica por ante el ministerio público.
Ambos fueron apresados por agentes del programa Barrio Seguro en la calle Juana Saltitopa, del sector Villa María de la capital, cuando se desplazaban en una yipeta BMW, color blanco, placa de exhibición X036293, en cuyo interior se ocuparon RD$4,326.800, 920 euros y tres celulares.
