Miembros de la Defensa Civil y la Policía Nacional descendieron anoche a las orillas de los ríos Ozama e Isabela, donde alertaron a los moradores de La Zurza, Capotillo, La Ciénaga, Gualey y Guachupita para que se mantengan vigilantes y salgan de sus hogares en caso de lluvias copiosas, a fin de que preservern sus vidas.
Explicaron a los vecinos que las iglesias estaban listas para recibirlos nuevamente, en caso de que la vaguada en superficie sobre el país desate su furia y provoque una crecida de esos acuíferos.
Anoche, reporteros de este diario recorrieron las márgenes del Ozama y el Isabela y pudieron constatar que todavía muchas de las endebles casuchas estaban anegadas por las aguas que dejó a su paso por el país la tormenta Noel.
El mayor de la Policía Nacional Mariano Marte de la Rosa, supervisor de área, y el jefe de la Defensa Civil de la zona, Lucas de Jesús Vargas, se movilizaron en las márgenes de ambos ríos, recorrieron las casetas de zinc y hablaron con los moradores sobre la necesidad de que “duerman con un ojo abierto”, para no ser víctimas de cualquier imprevisto.