Madrid (EFE).-El sorteo de la lotería de Navidad ha dejado numerosos y cuantiosos premios en media España, que celebra con euforia la lluvia de millones que ha dejado el premio "Gordo" en once provincias, con lo que se convierte en uno de los más repartidos de la historia.Los españoles celebran los premios que ha repartido el sorteo más popular del año, previo a la Navidad, y que ha distribuido 2.200 millones de euros (3.168 millones de dólares) en premios.
El 6.381 ha cambiado la vida de muchos que compraron un décimo de este número, dotado con 300.000 euros cada décimo (432.000 dólares), en especial los habitantes de Navas, una pequeña localidad de la norteña región de Asturias donde dos asociaciones vecinales compararon 900 boletos y, por lo tanto, ganaron 270 millones de euros.
Como cada año no son los millones lo que importa sino la historia que hay tras las personas que han ganado estos premios, como la de cinco trabajadores de un bar de la ciudad de Alicante (costa este) que compraron el décimo del "Gordo" con el dinero del "bote" de las propinas que dejan los clientes y que ahora en vez de los 20 euros que cuesta el boleto (28 dólares), se repartirán 60.000 euros cada uno (86.400 dólares).
La propietaria del bar, Sara Sánchez Trujillo, dijo a Efe que utilizará el dinero para pagar la deuda contraída recientemente para la ampliación del bar y uno de sus empleados lo usará para hacer uno de sus viajes más deseados, a Brasil.
O la de una pareja formada por un joven de origen marroquí, de 20 años, y una alicantina, embarazada de 17, que compró un décimo del de este número porque les pareció curioso que las dos últimas cifras se asocian en un antiguo calendario al significado de "matrimonio", uno de sus propósitos.
La diosa fortuna también hace justicia y sonrió al gallego José Gadín, de 32 años, un pintor que tuvo que retirarse por invalidez, al caerse de la obra donde trabajaba, y que hoy compartió su alegría con su mujer y con una treintena de los clientes habituales del bar donde compraron el décimo.
Al igual que Diego Muñoz, quien tras ganar uno de los segundos premios de 100.000 euros (144.000 dólares) que han caído en Granada (sur), su vida dará un giro puesto que se encontraba en una complicada situación económica al haberle sido embargados todos sus bienes recientemente por un negocio que fracasó y en el que fue engañado.
También le cambiará la vida a Maribel, una joven dominicana que vive en España desde hace quince años y lleva cuatro trabajando en una pescadería, a quien no le importó que el suyo haya sido un cuarto premio, puesto que con los 20.000 euros (28.800 dólares) que ha ganado comprará una casa a su hermano en la República Dominicana.
Maribel, casada con un español y con dos hijos, dijo que también dedicará el premio a "tapar algún agujero", aunque lo primero que hará es organizar "una buena celebración" con su madre, sus hermanas y sus sobrinos que también viven en España.
En un día como hoy, también hay lugar para los despistados ya que un estudiante universitario de 20 años que compró en Alicante (costa este) el décimo "por equivocación", pues buscaba un número terminado en 91, aunque reconoció antes los medios: "ha sido el mejor error de mi vida".
La jornada también tiene otros protagonistas, los estudiantes del colegio de San Ildefonso que durante meses ensayan el familiar soniquete con el que cantan los números de la lotería y que en la jornada de hoy se entregan a esta labor con "nervios", pero también con la ilusión de ser el "afortunado" que saque el "Gordo".
En esta ocasión fueron Raúl Barrak y Alvaro López Guerrero, que han repartido ilusión en numerosas provincias del país.
De norte a sur, la alegría se ha dejado notar en las calles de ciudades como Almería, Barcelona, Madrid, La Coruña, Asturias, Santa Cruz de Tenerife, Teruel, Toledo y Vizcaya, a las que los agraciados no han dudado en salir a brindar con sus familiares o acercarse hasta el lugar donde compraron el décimo para celebrar el premio.
Mientras, a los que la fortuna no les ha sonreído este año, se conforman con pensar que tal vez el año que viene...o que por lo menos, como se dice en estos casos, "lo importante es tener salud".
El 6.381 ha cambiado la vida de muchos que compraron un décimo de este número, dotado con 300.000 euros cada décimo (432.000 dólares), en especial los habitantes de Navas, una pequeña localidad de la norteña región de Asturias donde dos asociaciones vecinales compararon 900 boletos y, por lo tanto, ganaron 270 millones de euros.
Como cada año no son los millones lo que importa sino la historia que hay tras las personas que han ganado estos premios, como la de cinco trabajadores de un bar de la ciudad de Alicante (costa este) que compraron el décimo del "Gordo" con el dinero del "bote" de las propinas que dejan los clientes y que ahora en vez de los 20 euros que cuesta el boleto (28 dólares), se repartirán 60.000 euros cada uno (86.400 dólares).
La propietaria del bar, Sara Sánchez Trujillo, dijo a Efe que utilizará el dinero para pagar la deuda contraída recientemente para la ampliación del bar y uno de sus empleados lo usará para hacer uno de sus viajes más deseados, a Brasil.
O la de una pareja formada por un joven de origen marroquí, de 20 años, y una alicantina, embarazada de 17, que compró un décimo del de este número porque les pareció curioso que las dos últimas cifras se asocian en un antiguo calendario al significado de "matrimonio", uno de sus propósitos.
La diosa fortuna también hace justicia y sonrió al gallego José Gadín, de 32 años, un pintor que tuvo que retirarse por invalidez, al caerse de la obra donde trabajaba, y que hoy compartió su alegría con su mujer y con una treintena de los clientes habituales del bar donde compraron el décimo.
Al igual que Diego Muñoz, quien tras ganar uno de los segundos premios de 100.000 euros (144.000 dólares) que han caído en Granada (sur), su vida dará un giro puesto que se encontraba en una complicada situación económica al haberle sido embargados todos sus bienes recientemente por un negocio que fracasó y en el que fue engañado.
También le cambiará la vida a Maribel, una joven dominicana que vive en España desde hace quince años y lleva cuatro trabajando en una pescadería, a quien no le importó que el suyo haya sido un cuarto premio, puesto que con los 20.000 euros (28.800 dólares) que ha ganado comprará una casa a su hermano en la República Dominicana.
Maribel, casada con un español y con dos hijos, dijo que también dedicará el premio a "tapar algún agujero", aunque lo primero que hará es organizar "una buena celebración" con su madre, sus hermanas y sus sobrinos que también viven en España.
En un día como hoy, también hay lugar para los despistados ya que un estudiante universitario de 20 años que compró en Alicante (costa este) el décimo "por equivocación", pues buscaba un número terminado en 91, aunque reconoció antes los medios: "ha sido el mejor error de mi vida".
La jornada también tiene otros protagonistas, los estudiantes del colegio de San Ildefonso que durante meses ensayan el familiar soniquete con el que cantan los números de la lotería y que en la jornada de hoy se entregan a esta labor con "nervios", pero también con la ilusión de ser el "afortunado" que saque el "Gordo".
En esta ocasión fueron Raúl Barrak y Alvaro López Guerrero, que han repartido ilusión en numerosas provincias del país.
De norte a sur, la alegría se ha dejado notar en las calles de ciudades como Almería, Barcelona, Madrid, La Coruña, Asturias, Santa Cruz de Tenerife, Teruel, Toledo y Vizcaya, a las que los agraciados no han dudado en salir a brindar con sus familiares o acercarse hasta el lugar donde compraron el décimo para celebrar el premio.
Mientras, a los que la fortuna no les ha sonreído este año, se conforman con pensar que tal vez el año que viene...o que por lo menos, como se dice en estos casos, "lo importante es tener salud".
