El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez advirtió ayer sobre la peligrosidad que representaría para la democracia dominicana que el narcotráfico pueda influenciar algunos partidos políticos durante la campaña electoral que deberá culminar con la escogencia de un Presidente y un Vicepresidente de la República el 16 de mayo del año venidero.El Arzobispo de Santo Domingo estimó que los partidos deben tener cuidado y velar porque esas organizaciones no sean permeadas por recursos o influencias provenientes del narcotráfico.
Al responder una pregunta sobre la aparente embestida del narcotráfico y sus empeños por utilizar el país como puente para llevar sus cargamentos a territorio estadounidense o a Europa, el purpurado dijo que en realidad “es un peligro real que debemos tomar muy en cuenta y evitarlo”.
Añadió que los organismos encargados de combatir el flagelo y la sociedad dominicana en su conjunto deben aunar esfuerzos para frenar cualquier intento del narcotráfico por permear las filas de los partidos, especialmente durante la campaña para las elecciones del próximo 16 de mayo.
En otro orden, el Cardenal López Rodríguez consideró justo el reclamo de la Junta Central Electoral (JCE) para que el Poder Ejecutivo reconsidere el presupuesto que le asignó para el próximo año.
Indicó que la JCE tiene el compromiso de organizar debidamente las elecciones generales del próximo año, y en consecuencia, el Poder Ejecutivo debe escuchar el reclamo de los jueces, porque a su juicio, “las elecciones son fundamentales y no pueden correr ningún tipo de peligro para su montaje exitoso”.
La Junta Central Electoral, la Suprema Corte de Justicia y la Cámara de Cuentas han externado por diferentes vías su inconformidad por los recortes hechos a sus aspiraciones presupuestarias.
Esas instituciones han pedido que sean incrementadas sus partidas presupuestarias para poder cumplir con sus planes de trabajo durante el año 2008.
La misaMonseñor López Rodríguez habló con los periodistas poco después de oficiar una misa con ocasión de la celebración de Nuestra Señora del Amparo, patrona de la Marina de Guerra.
La actividad contó con la asistencia del Estado Mayor de la institución, encabezado por su jefe, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet.
Durante el oficio religioso, el cardenal López Rodríguez instó a todos los miembros de la Marina de Guerra a cumplir al pie de la letra con sus responsabilidad y a no desprestigiar el uniforme de esa institución con acciones fuera de la ley y de sus propios principios.
Al final de la misa, el vicealmirante Ventura Bayonet, acompañado de diversas personalides y oficiales generales y superiores, dejó inaugurada la Plaza Patriótica denominada Duarte con la Marina, con un busto del prócer como centro de la obra artística que está enclavada a la entrada del recinto militar.
