
Sostuvo que el riesgo está en que no se podría determinar cuántas personas están documentadas con cédulas fraudulentas. “Debido a que la votación en las elecciones congresuales y municipales es por candidaturas individuales, la que un senador, un
diputado o un síndico puede ganar su candidatura con una diferencia, como ha ocurrido, de dos, cinco o 10 votos, ese resultado podría ser el producto del fraude y en consecuencia todo el proceso estaría contaminado”, afirmó.
Consideró que ese organismo no ha dado los pasos adecuados para resolver el problema de adulteraciones en el registro civil y la falsificación de cédulas, debido a que paralizó el proyecto de modernización y automatización que realizaba el consorcio Soluciones Modernas (SOMO).
Olivares dijo que el programa de captura de datos biométricos que desarrolla la JCE solo resuelve el problema en forma parcial, pero no completo, porque la única forma de superarlo es cuando se cuente con un registro único que unifique los sistemas de cedulación, registro civil y electoral.