La comisión de ingenieros de Santiago que tuvo a su cargo la investigación del caso de la presa Tavera que dejó como consecuencia varios muertos y decenas de desaparecidos durante el paso por el país de las tormentas Olga y Noel, reiteró que hubo un mal manejo del embalse, partiendo de que existía una advertencia que era de conocimiento de la comisión que opera el complejo Tavera-Bao.
El ingeniero Elvin Vargas, presidente de la comisión, explicó que el instructivo de operación explica que cuando una tormenta está a 600 kilómetros de distancia del área de influencia de la cuenca de los embalses, la costa debía estar a 320 metros sobre el nivel del mar.
Dijo que si se hubiese aplicado de manera correcta el manual de operación y si al operador de la presa "lo hubiesen metido preso" entre esa hora y las 12:00 del mediodía siguiente, en Santiago no hubiese ocurrido esa tragedia.Explico que de acuerdo al hidrograma, la cantidad de agua que penetró a los embalses, tanto de Tavera como de Bao, fue de aproximadamente 112 millones de metros cúbicos, y que entre la costa 320 al nivel máximo de operación del vertedero de la presa de Bao, que es de 328.90, tiene una capacidad de 114 millones de metros cúbicos.
"Por lo tanto, nosotros consideramos, que hasta tanto el vertedero de la presa de Bao no comenzara verter, la presa nunca estuvo en riesgo, y por tanto, una mejor solución hubiese sido meter preso al operador, porque absolutamente no iba a pasar nada", señaló Vargas.
Asimismo, dijo que la información que maneja la comisión es que se cometieron varios errores, primero, no se bajó el nivel del embalse como indicaba el manual, y segundo, después que estaba la costa 325 puntos sobre el nivel del mar, acomodaron 20 millones de agua más y lo llevaron a 327.60.
"Cuando llegó la crecida pico, entre las 11:00 y las 12:00 de la noche, parece que hubo pánico y no asumieron otra oportunidad que tenían de operar la presa, que era de comenzar a laminar y poder subir 327.60 hasta la 328.90, que es el nivel por donde el agua sale naturalmente vertiendo sin la operación del hombre", indicó.
Durante el paso de las tormentas Olga y Noel, unas 935 familias fueron evacuadas en la provincia María Trinidad Sánchez, y otras tantas perdieron sus viviendas, mientras varias comunidades en la zona del Bajo Yuna, en el municipio de Villa Rivas, en la provincia Duarte, quedaron incomunicadas.