La presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), María Teresa Cabrera, consideró ayer que la principal debilidad del nuevo Plan Decenal de Educación 2008-2018 es la poca inversión que propone destinar al sector educativo.
“Hacer un plan a diez años que comience por legitimar la violación de la Ley de Educación e ignorar el rol que juega el financiamiento en la implementación de políticas públicas, es una barbaridad terrible e injustificable y no es posible entenderlo”, manifestó la dirigente gremial al valorar el Plan que se define como un instrumento de trabajo en procura de la excelencia educativa.
Argumentó que el nuevo Plan Decenal propone que el financiamiento público de la educación alcance el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en el año 2012 y un 4.75% en el 2018 y no de inmediato, como establece la Ley General de Educación.
“Si alguien tiene que tener conciencia de que no puede impulsar ni ejecutar políticas sin recursos para financiarlas es la propia Secretaría de Estado de Educación”, criticó Cabrera luego de entregar al candidato presidencial de la Cuarta Vía, Eduardo Estrella, la propuesta con la que el gremio reclama el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación.
Insuficiencia de recursosRecordó que muchas de las políticas que se definieron en el primer Plan Decenal de Educación no pudieron ejecutarse por la insuficiencia de recursos.
“A una le asalta inmediatamente la duda de si el Plan se va a implementar si no considera compromisos con la inversión en educación”, dijo y se preguntó: “¿Qué es lo que se va a invertir?”.
Resaltó que la Ley General de Educación, que tiene 11 años de vigencia, establece que debe ser un 4% del PIB lo que se asigne al sector.
Consideró que con las carencias que afectan al sistema educativo dominicano, el tema de la inversión es fundamental y clave. “Nosotros creemos que esa es una seria debilidad de ese Plan que nos lleva a la interrogante de si hay posibilidad real de que se pueda implementar, con una inversión como la que se está planteando en el propio Plan”, dijo Cabrera. El propio Plan incluye entre sus riesgos el requerimiento de recursos en sus distintas expresiones: humanos, técnicos, financieros, de infraestructura física, mobiliario y equipamiento, y agrega que la provisión de tales recursos implica una inversión educativa creciente hasta alcanzar y sobrepasar el 4% del PIB que establece la Ley General de Educación.
Una de las 10 políticas del Plan implica movilizar a los sectores públicos y privados, nacionales e internacionales, en procura de recursos para alcanzar los objetivos.