El doctor Carlos Gabriel García consideró correcta la posición del ingeniero Hipólito Mejía cuando sugiere un diálogo del liderazgo político nacional para explorar fórmulas que permitan enfrentar con eficiencia los graves problemas que afectan al país como consecuencia de la crisis alimentaria, los elevados precios del petróleo y el excesivo gasto del gobierno durante la pasada campaña electoral.
Indicó que el expresidente Hipólito Mejía, con su planteamiento, ha interpretado correctamente un sentimiento mayoritario en las filas del PRD y en el seno de la sociedad que considera viable un diálogo entre el Gobierno y la oposición, para abordar conjuntamente los problemas del país.
Dijo que el Partido Revolucionario Dominicano no puede colocarse de espaldas a esa realidad, negándose a discutir con responsabilidad y de cara a la nación las medidas económicas, políticas y sociales que demanda la mayoría del pueblo dominicano para mejorar su calidad de vida.
El vicepresidente del PRD manifestó que los actuales momentos que vive el país exigen la realización de una cumbre del liderazgo político nacional para analizar, sin sectarismo ni odio, los principales temas de la agenda nacional y procurar un consenso útil a la democracia dominicana.
Gabriel García señaló que el pueblo dominicano merece una dirección política sensata, que coloque los intereses de la nación por encima de los intereses sectoriales para favorecer un proyecto de país como lo vienen requiriendo públicamente los diferentes sectores de la vida nacional.
Recordó que el doctor José Francisco Pena Gómez, después del fraude en las elecciones de 1994, con las condiciones sociales dadas para llamar a una desobediencia civil frente a esa agresión a la democracia, prefirió aprovechar la situación para consensuar con el doctor Joaquín Balaguer el conjunto de reformas que demandaba la sociedad dominicana para esa ocasión.
"El Pacto por la Democracia firmado principalmente por el doctor José Francisco Pena Gómez y el doctor Joaquín Balaguer no disminuyó al líder perredeísta, ni manchó la imagen del PRD frente al pueblo dominicano que supo valorar ese esfuerzo por la paz y la tranquilidad de la nación, otorgándole una resonante victoria en las elecciones congresionales y municipales de 1998 y en las presidenciales del 2000, con Hipólito Mejía", destacó el dirigente perredeísta.
Precisó que el Partido Revolucionario Dominicano debe concertar con el Gobierno y el doctor Leonel Fernández la reforma a la Ley Electoral, la Ley de Partidos Políticos, la Constitucion de la República y otros importantes temas que permitan fortalecer la democracia en todas sus manifestaciones como sistema político.
Señaló que el PRD en las pasadas elecciones recuperó su espacio, pero no cuenta con la fuerza suficiente para impulsar por si solo los cambios y las reformas que espera la sociedad dominicana para vencer los desafíos que representan la globalización y la sociedad del conocimiento.
"Cuando Pena Gómez, con su visión y transparencia política a toda prueba, desestimó el camino de la confrontación con el doctor Joaquín Balaguer en 1994 para privilegiar el consenso de los cambios y reformas que demandaba el perfeccionamiento de nuestra democracia lo hizo sin manchar su dignidad y decoro como hombre, público porque no actuó pensando en prebendas personales, ni en la distribución de cargos públicos, sino en los intereses del país", indicó.
Dijo, sin embargo, que la iniciativa para sentar en una misma mesa al Gobierno y a la oposición para buscarle soluciones a los problemas del país tiene que venir del presidente Leonel Fernández y no del Partido Revolucionario Dominicano.