BONAO.- La empresa minera Falconbridge Dominicana, procesadora de níquel, despidió hoy a más de 900 empleados ante el inminente cese de sus operaciones.
El ingeniero Ernest Mast dijo en una rueda de prensa, que las operaciones de la Fundación Falconbridge (Falcondo) continuarán a pesar del cierre de su producción de níquel, iniciado en agosto último.
La Falconbridge es una mina y planta procesadora de níquel ubicada en la provincia Monseñor Nouel.
Esta mañana los 900 empleados cancelados recibían cartas de despido. Los ejecutivos de la minera hicieron el anuncio de las cancelaciones en una rueda de prensa.
Los empleados tenían reacciones diferentes. En el caso de los que tienen mucho tiempo en la empresa, esperaban figurar entre los cancelados para recibir sus prestaciones e iniciar algún negocio que les permita enfrentar su nueva condición de desempleados.
Los otros se veían desconcertados ante el temor de ser de los cancelados.
Un trabajador que no quiso identificarse expresó que su temor no era quedar sin trabajo sino el daño que esa situación provocaría a la economía de la provincia.
Las autoridades provinciales han expresado su oposición a las cancelaciones y ayer se reunieron con el vicepresidente de la República, doctor Rafael Albulburquerque para tratarle el tema.
Los ejecutivos de la minera garantizaron que los programas de apadrinamiento educativo continuarán.
El personal de Falconbridge ha pedido al presidente Leonel Fernández que impida que la minera tenga que desahuciar a más de mil trabajadores que tiene.
La empresa ha adoptado esa decisión ante la caída de los precios del ferroníquel en el mercado internacional.
Según los datos, la libra de ferroníquel se vendía este jueves a 4.23 centavos de dólar.
José Aybar, secretario del sindicato de trabajadores, destacó que la cesantía afecta mayormente a los obreros.
Sostuvo que la intención de Falconbridge es cancelar a la totalidad de sus trabajadores, aunque los ejecutivos no lo han dicho.
Afirmó que las autoridades locales están en disposición de ayudar a buscar una solución que evite el despido de la totalidad de los trabajadores.
“La opinión nuestra es que se mantengan los trabajadores y que no haya desahucio, y en este sentido estamos buscando vías de solución”, expresó Aybar.
La caída de los precios de las materias primas a nivel mundial por el desplome financiero ha provocado una crisis a nivel industrial que a su vez degeneró en pérdida de puestos de trabajo.
En Estados Unidos y Europa, fundamentalmente, las empresas automotrices han venido informando de despidos casi masivos en sus plantas.
En el caso de Estados Unidos el Gobierno ha expresado su disposición de aportar fondos a esas empresas para que puedan continuar su producción.
Esa situación no sólo afecta a la industria del automóvil, sino a las aerolíneas, fábricas de tejidos y de alimentos, entre otras.