Ahora, investigadores de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, Estados Unidos, encontraron una proteína que según ellos actúa como un switch de un comando mortal, permitiendo tanto que se liberen células cancerosas de un tumor como también haciendo de puente para un nuevo crecimiento.
Es una potencial buena noticia, dicen los investigadores, que publicaron su estudio en el número del 17 de noviembre del Journal of Cell Biology. Si esta proteína — conocida como catenina p120 — tiene este gran poder, puede ser posible contrarrestar las tablas del cáncer, mediante el diseño de un agente que pudiera suprimirlo.
“Creemos que la proteína p120 puede ser un excelente blanco para la terapia”, dice el líder de la investigación, doctor Panos Anastasiadis, un investigador de cáncer de la Clínica Mayo. “La mayoría de las terapias contra el cáncer ataca el crecimiento de éste, dejando de lado la migración de las células cancerosas, que eventualmente restablecen el tumor, frecuentemente en sitios distantes. Nuestra mejor esperanza en la terapia contra el cáncer a largo plazo, es atacar tanto el crecimiento de las células del cáncer como la diseminación o metástasis del tumor”.
“Un agente anti -p120 podría proveer una muy necesaria doble función — detener la diseminación del cáncer y cerrar el crecimiento al mismo tiempo”.
Dr. Anastasiadis agrega que mientras el descubrimiento fue hecho en células de cáncer de mama, es relevante en un número de cánceres, incluyendo los de pulmón, riñón y piel, en los cuales p120 cumple un rol. “Estos descubrimientos tienen implicancias significativas para nuestra comprensión de la biología de un tumor y para el avance del tratamiento del cáncer”, dice.
Este estudio se está ampliando en un cuerpo de investigación en el campus de la Clínica Mayo que únicamente se encuentra dedicado a entender y detener la metástasis del cáncer. Dr. Anastasiadis y sus colaboradores, incluyendo la co-autora del estudio, doctora Edith Perez, una oncologista del Programa de Cáncer de Mama de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, descubrieron tempranamente que la actividad de p120 es necesaria para la metástasis del cáncer. Pero no conocían su rol en la promoción del crecimiento de éste hasta este último trabajo.
P120 actúa en las células regulando la función de las proteínas llamadas cadherins. Cadherins son proteínas de membrana que ayudan a las células a juntarse unas a otras para formar un tejido. En la parte exterior de una membrana de la célula, actúan como un “Velcro”, fusionándose con otras proteínas cadherin en células adyacentes. En el interior, se pegan en una cadena de catenins, que son proteínas que regulan el tamaño y la función de la célula. La clase de cadherin más conocida es E-cadherin, que une todas la células epiteliales unas a otras, formando capas que cubren el interior de los órganos y cavidades del cuerpo y la piel exterior de los humanos. En síntesis, E-cadherin mantiene las células humanas y tejidos unidos, dice el doctor Anastasiadis.
P120 normalmente se junta a E-cadherin, estrechando la adherencia célula a célula. Pero en algunos casos se separa de E-cadherin, lo que permite a la célula perder su adherencia a las células adyacentes y cambiar a un programa que promueve el movimiento celular. La pérdida de la expresión de E-cadherin durante un proceso conocido como “transición mesenquimal epitelial (siglas en inglés EMT), es un mecanismo que activa la función pro migratoria de p120.
El EMT es necesario durante el desarrollo humano o durante la curación de heridas en adultos. Sin embargo, es un proceso que es aprovechado por tumores para permitir a las células cancerosas emigrar y colonizar otros órganos. “Cuando la producción de E-cadherin se pierde durante la progresión del cáncer, p120 catenin induce la invasión y la metástasis”, dice el Anastasiadis.
En este estudio, los investigadores descubrieron que p120 no sólo promueve la metástasis cuando no está adherida a E-cadherin, también cambia hacia el crecimiento promoviendo a genes y proteínas. En el laboratorio y experimentos con animales encontraron que p120 “libres” hacen al cáncer muy agresivo, con capacidad de crecer en condiciones en que otras células no podrían. Específicamente encontraron que p120 activa a una familia de moléculas que incluyen Ras y Rho, que promueven el crecimiento y movimiento de las células.
“Lo que es realmente interesante aquí, es que p120 está actuando como un supresor del tumor cuando está pegado a E-cadherin, y como un promotor del cáncer cuando no lo está”, dice el Dr. Anastasiadis.
Los investigadores estiman que estos descubrimientos pueden ayudar a explicar el por qué en algunos cánceres sólidos, como el de mama, pulmón, riñón y melanoma, la pérdida de E-cadherin es asociada con un pronóstico más agresivo y menos tratable. “Pensamos que cuando se pierde E-cadherin, p120 se encuentra libre para cambiar a un rumbo de promoción del crecimiento del cáncer que puede sobrepasar el beneficio del la quimioterapia focalizada”, explica.
“Entonces en el cáncer de mama que es HER2-positivo, las terapias anti-HER2 como Herceptin, no funcionarán bien si p120 ha cambiado a alternar mecanismos de crecimiento”, dice el Dr. Anastasiadis. “Un efecto similar se podría esperar en el cáncer de pulmón EGFR-positivo y el tratamiento para éste”. Tanto HER2 y EGFR son proteínas que promueven el crecimiento.
Una potencial solución podría ser designar un agente que ataque la función promotora del tumor de p120 que no esté adherida a E-cadherin, manifiesta. “Esto no sería fácil, pero basado en nuestro conocimiento actual de la función de p120 creemos que es posible”, dice el Dr. Anastasiadis.
Entre otros coautores de la investigación figuran, Edwin Soto; Masahiro Yanagisawa, M.D., Ph.D.; Laura Marlow y John Copland, Ph.D. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Salud y la Fundación de Investigación del Cáncer de Mama.
Acerca de Mayo Clinic
La Clínica Mayo es el primer y más grande grupo de medicina integrada del mundo. Médicos de todas las especialidades trabajan juntos para cuidar a los pacientes, unidos por sistemas comunes y por una filosofía: “las necesidades del paciente son lo primero”. Más de 3.300 médicos, científicos e investigadores y un equipo de apoyo de 46.000 profesionales de la salud trabajan en la Clínica Mayo, institución que tiene unidades en Rochester, Minnesota; Jacksonville, Florida; y Scottsdale/Phoenix, Arizona. Juntas, estas tres unidades tratan a más de medio millón de personas cada año.
Es una potencial buena noticia, dicen los investigadores, que publicaron su estudio en el número del 17 de noviembre del Journal of Cell Biology. Si esta proteína — conocida como catenina p120 — tiene este gran poder, puede ser posible contrarrestar las tablas del cáncer, mediante el diseño de un agente que pudiera suprimirlo.
“Creemos que la proteína p120 puede ser un excelente blanco para la terapia”, dice el líder de la investigación, doctor Panos Anastasiadis, un investigador de cáncer de la Clínica Mayo. “La mayoría de las terapias contra el cáncer ataca el crecimiento de éste, dejando de lado la migración de las células cancerosas, que eventualmente restablecen el tumor, frecuentemente en sitios distantes. Nuestra mejor esperanza en la terapia contra el cáncer a largo plazo, es atacar tanto el crecimiento de las células del cáncer como la diseminación o metástasis del tumor”.
“Un agente anti -p120 podría proveer una muy necesaria doble función — detener la diseminación del cáncer y cerrar el crecimiento al mismo tiempo”.
Dr. Anastasiadis agrega que mientras el descubrimiento fue hecho en células de cáncer de mama, es relevante en un número de cánceres, incluyendo los de pulmón, riñón y piel, en los cuales p120 cumple un rol. “Estos descubrimientos tienen implicancias significativas para nuestra comprensión de la biología de un tumor y para el avance del tratamiento del cáncer”, dice.
Este estudio se está ampliando en un cuerpo de investigación en el campus de la Clínica Mayo que únicamente se encuentra dedicado a entender y detener la metástasis del cáncer. Dr. Anastasiadis y sus colaboradores, incluyendo la co-autora del estudio, doctora Edith Perez, una oncologista del Programa de Cáncer de Mama de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, descubrieron tempranamente que la actividad de p120 es necesaria para la metástasis del cáncer. Pero no conocían su rol en la promoción del crecimiento de éste hasta este último trabajo.
P120 actúa en las células regulando la función de las proteínas llamadas cadherins. Cadherins son proteínas de membrana que ayudan a las células a juntarse unas a otras para formar un tejido. En la parte exterior de una membrana de la célula, actúan como un “Velcro”, fusionándose con otras proteínas cadherin en células adyacentes. En el interior, se pegan en una cadena de catenins, que son proteínas que regulan el tamaño y la función de la célula. La clase de cadherin más conocida es E-cadherin, que une todas la células epiteliales unas a otras, formando capas que cubren el interior de los órganos y cavidades del cuerpo y la piel exterior de los humanos. En síntesis, E-cadherin mantiene las células humanas y tejidos unidos, dice el doctor Anastasiadis.
P120 normalmente se junta a E-cadherin, estrechando la adherencia célula a célula. Pero en algunos casos se separa de E-cadherin, lo que permite a la célula perder su adherencia a las células adyacentes y cambiar a un programa que promueve el movimiento celular. La pérdida de la expresión de E-cadherin durante un proceso conocido como “transición mesenquimal epitelial (siglas en inglés EMT), es un mecanismo que activa la función pro migratoria de p120.
El EMT es necesario durante el desarrollo humano o durante la curación de heridas en adultos. Sin embargo, es un proceso que es aprovechado por tumores para permitir a las células cancerosas emigrar y colonizar otros órganos. “Cuando la producción de E-cadherin se pierde durante la progresión del cáncer, p120 catenin induce la invasión y la metástasis”, dice el Anastasiadis.
En este estudio, los investigadores descubrieron que p120 no sólo promueve la metástasis cuando no está adherida a E-cadherin, también cambia hacia el crecimiento promoviendo a genes y proteínas. En el laboratorio y experimentos con animales encontraron que p120 “libres” hacen al cáncer muy agresivo, con capacidad de crecer en condiciones en que otras células no podrían. Específicamente encontraron que p120 activa a una familia de moléculas que incluyen Ras y Rho, que promueven el crecimiento y movimiento de las células.
“Lo que es realmente interesante aquí, es que p120 está actuando como un supresor del tumor cuando está pegado a E-cadherin, y como un promotor del cáncer cuando no lo está”, dice el Dr. Anastasiadis.
Los investigadores estiman que estos descubrimientos pueden ayudar a explicar el por qué en algunos cánceres sólidos, como el de mama, pulmón, riñón y melanoma, la pérdida de E-cadherin es asociada con un pronóstico más agresivo y menos tratable. “Pensamos que cuando se pierde E-cadherin, p120 se encuentra libre para cambiar a un rumbo de promoción del crecimiento del cáncer que puede sobrepasar el beneficio del la quimioterapia focalizada”, explica.
“Entonces en el cáncer de mama que es HER2-positivo, las terapias anti-HER2 como Herceptin, no funcionarán bien si p120 ha cambiado a alternar mecanismos de crecimiento”, dice el Dr. Anastasiadis. “Un efecto similar se podría esperar en el cáncer de pulmón EGFR-positivo y el tratamiento para éste”. Tanto HER2 y EGFR son proteínas que promueven el crecimiento.
Una potencial solución podría ser designar un agente que ataque la función promotora del tumor de p120 que no esté adherida a E-cadherin, manifiesta. “Esto no sería fácil, pero basado en nuestro conocimiento actual de la función de p120 creemos que es posible”, dice el Dr. Anastasiadis.
Entre otros coautores de la investigación figuran, Edwin Soto; Masahiro Yanagisawa, M.D., Ph.D.; Laura Marlow y John Copland, Ph.D. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Salud y la Fundación de Investigación del Cáncer de Mama.
Acerca de Mayo Clinic
La Clínica Mayo es el primer y más grande grupo de medicina integrada del mundo. Médicos de todas las especialidades trabajan juntos para cuidar a los pacientes, unidos por sistemas comunes y por una filosofía: “las necesidades del paciente son lo primero”. Más de 3.300 médicos, científicos e investigadores y un equipo de apoyo de 46.000 profesionales de la salud trabajan en la Clínica Mayo, institución que tiene unidades en Rochester, Minnesota; Jacksonville, Florida; y Scottsdale/Phoenix, Arizona. Juntas, estas tres unidades tratan a más de medio millón de personas cada año.